Maneras de querer

Cuando éramos minifamilia, inventé con los Soles un código para decirnos te quiero cuando íbamos de la mano por la calle: un simple apretón en la mano del otro. Así, nos queríamos más cuanto más conseguíamos aplastar los dedos del ser amado. Nos queríamos de repente al cruzar la calle o al subir las escaleras, a veces uno quería primero y luego el otro le correspondía. Y con cada apretón, invariablemente, una sonrisa :)

Cuando el Cielo y yo empezamos a cogernos de la mano y a tocarnos el corazón, le susurré esta nueva forma de amor, que él a su vez enseñó a las Estrellas…

La mañana de Reyes iba con la Estrella Menor de la mano, después de comer, y se la apreté. Ella me miró y me devolvió el apretón. Al momento, frunció un poco el ceño y me dijo: «Bueno, te quiero pero sólo un poquito, porque quiero mucho a mi mamá…» «¿Sabes lo mejor del amor, Estrellita? Que puedes querer a muchas personas toooodo lo que tú quieras, porque no tienes que repartirlo: siempre tienes más y más.» Segundos de reflexión, nueva sonrisa y nuevo apretón…

4.Estrella Menor

Carta de los Reyes Magos

En general disfrutamos de una Refamilia feliz, pero a veces se viven momentos muy complicados… Incluso en esos en los que hay que reprimir las ganas de llorar y en los que un abrazo es una tabla de salvación, hay sitio para una sonrisa :) Uno de los momentos especiales y terapeúticos de estos días ha sido preparar una caja morada de Magia para el Segundo Sol.

Podría pensarse que el crío pidió la Magia de los Reyes Magos y se olvidó del tema, pero hemos tenido Magia todos los días… «Jo, chicos, qué cansada estoy con tanto preparativo«. «No te preocupues, Mamá, que cuando los Reyes me traigan la Magia te voy a hacer un robot que cocine, ponga el lavavajillas… y nosotros no pondremos más la mesa ni recogeremos nuestro plato«. No sé que opinará el sindicato de robots imaginarios de estas condiciones laborales…

Me chiflan los Minions, y comenté que quería tener uno, pero uno de verdad, como en la peli, no un muñeco. El Primer Sol «Pero Mamá, son sólo dibujos, no puedes tener uno de verdad«, y Segundo Sol al rescate del Reino de Fantasía: «Mamá, yo te hago uno con mi Magia«. Pues me encantaría, la verdad…

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