Contigo
Querido Avi,
Hace más de 12 años que no estás, y aunque ya no te piense tanto como antes, hay días en que te echo muchísimo de menos… Sé que estás ahí, pero me gustaría verte, oír tu risa o sentir tu abrazo. Y en un día tan maravilloso como el sábado, me habría encantado verte sacar uno de aquellos pañuelos de tela para secarte las lágrimas, o haberme sonrojado con uno de tus piropos :)
Con lo puntual que eres, seguro que habrías intentado llegar pronto a casa, y te habrías encontrado con el caos feliz del que sabe que lo importante está resuelto pero que ha dejado cosas para última hora, casi ultimísima (dicen por ahí que el novio recibió a los primeros invitados en pantalón corto y plancha en mano :)
No sé todavía ni cómo me sentía serena, nerviosa por tener que terminar de colocar las velas en el árbol o de enganchar las telas, pero tranquila, feliz… Incluso Deborah, que estaba terminando de colocar las flores (claveles pedí, Avi, como los que le regalabas a la Yaya, y no podía estar todo más bonito…) dijo que no parecía una novia hasta que sonó el timbre por primera vez y me sobresalté: llegaba una cocinera maravillosa con todo su equipo y sus manjares, que seguro que hubieses disfrutado bajo la atenta y fiscalizadora mirada de la yaya :)
Ana, que es un ángel además de una repostera excepcional, terminó de fijar las telas, y con las flores y la decoración que María había preparado con tanto mimo, el jardín de casa se convirtió en el lugar más bonito del mundo por unas horas.
Abajo se oían carreras, pero me senté y cerré los ojos, dejando que Ángela hiciese su labor de hada madrina y yo pasase de cenicienta a princesa a golpe de brocha y lápiz de ojos, con Soles y Estrellas de espectadores ocasionales :) Ángela me colocó mi corona y la Ana del espejo se sorprendió de sí misma y sonrió, dando vida a su trabajo. Es un detalle pequeño, pero me hizo ilusión que se quedase unos minutos más para verme vestida…
Mientras la tita me ayudaba, llegó mamá, y ver la emoción en su mirada, saber que comprendía que esta boda nada tenía que ver con las razones sino con esa emoción que ahora sentía, fue un regalo y un alivio… ¿Te acuerdas que dijo después del divorcio que no me volvía a pagar un vestido de novia? Pues ahí la tenías, secándose las lágrimas al verme con el vestido que a ella también la enamoró en sólo una foto y feliz de no haberse hecho demasiado caso. Un vestido llegado en crucero desde Nueva York…
Soles y Estrellas que entran y salen corriendo, que miran con ojos ilusionados a la novia, que abrazan con fuerza y que piden ayuda para abrochar un cinturón o que quieren que vea lo guapísimos que están, todo nervios, excitación y alegría, mucha alegría… Cuando el novio tuvo que entrar a coger alguna cosa, hubo una barrera humana de tías y fotógrafa para no tentar a la suerte.
¿Imaginas, Avi, que hubieses entrado tú? Yo… casi no me atrevo… Subirías quejándote de las escaleras y sonaría tu bastón por el pasillo; abrirías la puerta sonriendo, tan alto, tan guapo y te emocionarías… me harías dar una vuelta y dedicarías algún piropo a la nieta más guapa del mundo. Me darías un beso con poco cuidado y tendría que retocarme algo, seguro, pero no me importaría en absoluto, porque estarías aquí…
Ya, ya lo sé, pero habría sido maravilloso…
En un instante, me quedé sola en mi habitación, refugiándome en una extraña calma previa a todo, sonriendo al espejo casi sin darle crédito y oyendo la música, las voces, las risas que llegaban desde abajo conforme la gente llegaba. Subía también hasta mi ventana alguna respiración liberada cuando nuestro mago más querido repartía asombro entre unos y otros, encandilando a niños y mayores.
Por un momento tuve la tentación de escribir alguna de las palabras que iba a decirle al Cielo durante la ceremonia, esas que debía haber escrito hacía semanas, pero que me parecían demasiado grandes para estar contenidas en un papel. Pero no, si no estaban ya escritas era por alguna razón… quizá debían salir del corazón aunque no saliesen todas. Ahora el tiempo se detenía para que pudiese sentir sin distracción mi felicidad, para empaparme de la alegría que subía desde mi jardín y entregar la mía.
Oír dos pares de pies subir las escaleras corriendo y empezar la música que nos acompañaría a nuestro altar florido, fue todo uno. Llegaba el momento… No podía más que imaginar al Cielo acompañado por las Estrellas, madrinas de excepción en un día tan especial, mientras mis dos Soles, en su labor de orgullosos padrinos, me ayudaban a bajar las escaleras y me tomaban del brazo.
A mis pies, no el jardín caótico que había dejado un par de horas antes, sino un lugar mágico por el que yo caminaba junto a mis niños, dirigiéndonos hacia el Cielo y las niñas que aguardaban a apenas diez metros, bajo las flores del arco. Acompañaban nuestros pasos las miradas expectantes, sonrientes, algunas húmedas de cariño, de muchas de las personas más importantes para nosotros.
No fui consciente de que algunas de esas miradas eran mágicas, como la de mi querida Gema, que encapsuló con su cámara píldoras de felicidad. Me siento tan agradecida por poder ver sentimientos a través de sus ojos… Y Eva, a la que conocí hace algo más de un año cámara en mano y cuya sonrisa me acompañó tras su objetivo durante toda la tarde, ya amiga más que fotógrafa. Me habría encantado tener mi cámara para capturar mis propios recuerdos, pero a falta de ella, grabé en mi memoria cada uno de ellos, para no perderlos, para volver a vivirlos con sólo cerrar los ojos.
Sólo en una boda soñada la juez es tu amiga y te dedica bellas y emocionadas palabras.
Sólo en una boda soñada amigas que están bajo tu piel casi desde que tienes recuerdos, te llenan el corazón de pasado y futuro.
Sólo en una boda soñada un amigo te saca billete para el tren de la vida.
Sólo en una boda soñada miras a tu marido a los ojos y le abres el corazón, recibiendo no promesas sino generosidad, mientras tus hijos, con luminosas sonrisas, son testigos de ese amor.
Sólo en una boda soñada podrías estar tú, a mi lado…
Me hubiese encantado contarte, Avi, no sólo en mi interior, sino pronunciando las palabras en voz alta, que no tengo respuesta para quien busca razones para habernos recasado, porque no las hay. Sé que el día que los seis abrimos la puerta de esta misma casa para compartir nuestra vida, comenzó a forjarse un vínculo mucho más fuerte que el que dibuja un anillo. Sé que no hay más para siempre que el del esfuerzo y la ilusión diarias. Sé lo mismo que sabía hace unas semanas: que estoy profundamente enamorada de un hombre con cuyas manos construimos nuestra felicidad y la de nuestros hijos (un hombre generoso como tú, Avi, que hace la vida sencilla con pequeños grandes gestos y no la dificulta, cada día dibujando una sonrisa y buscando la mía).
Pero siento que esta boda es muy importante, porque celebra el amor ilusionado y a la vez consciente, el amor que sabe que las perdices no se dejan atrapar todos los días y, aún así, dice ‘sí, quiero’. Siento que somos ejemplo de pareja para nuestros cuatro niños, con nuestra complicidad, nuestras risas, nuestras discusiones y nuestro apoyo, y que la reboda celebra que ellos son testigo y parte de ese amor. Siento que este día quedará en su recuerdo, igual que en el nuestro, lleno de alegría, amor, magia, risas, flores, y bombillas al atardecer. Siento que mi corazón está repleto de agradecimiento hacia las personas que estuvieron con nosotros el sábado (en nuestra casa, desde la suya con un mensaje o unas peonías, desde donde estés tú…) pero no sólo por acompañarnos ese día, sino por habernos acompañado tantos y tantos otros, por haber construido con nosotros la realidad de hoy con su ejemplo y cariño.
Me queda una foto, Avi… ¿quieres ponerte conmigo?
Ali EB
22 julio, 2015 @ 20:21
Muchísimas felicidades!!
Se me saltan las lágrimas al leerte… qué precioso día. Me alegra que lo disfrutarais tanto como merecéis.
Besos!
Ana Refamilia
24 julio, 2015 @ 08:40
Muchísimas gracias por estar tan cerca, Ali!
Fue un día maravilloso y los 6 lo disfrutamos un montón… los niños tenían unas sonrisas que hacían aún más grandes las nuestras :)
Un beso grande!
Lau
22 julio, 2015 @ 20:38
Lloro!!! Como cada persona que te leerá y tiene por ti ese cariño especial que yo te tengo. Irradias tanta luz siempre… Enhorabuena, millón de gracias por compartir con nosotros este pedacito de ti.
Abrazo de oso panda!
Ana Refamilia
24 julio, 2015 @ 08:42
¡Ay, Laura, que si tú lloras, yo lloro! Un pañuelo de novia me tendría que haber comprado, porque anduve emocionada toda la tarde, por nosotros, por los niños, por los que nos acompañaron, por los que faltaban pero estaban… no imaginas la cantidad de sentimientos que caben en un jardín…
Gracias a ti por estar aquí y compartir conmigo.
Mil besos!!
Mª Pau
22 julio, 2015 @ 22:26
Jo una vex más me has emocionado :)
¡Felicidades! Y a seguir disfrutando del día a día ;)
Besos
Ana Refamilia
24 julio, 2015 @ 08:45
Muchísimas gracias, Mª. Pau!
Seguiré tus pasos, que en cualquiera de tus fotos se ve lo mucho que tú disfrutas :)
Un petó, que a escribir no llego, pero a mi Avi le hablo en catalán…
María, Hipbandee
22 julio, 2015 @ 22:52
Jo Ana… Sin palabras. Sólo puedo desearte que sigas siendo tan feliz y más si aún cabe!! Enhorabuena por una historia tan bonita. Besos
Ana Refamilia
24 julio, 2015 @ 08:47
Gracias, María, con esos buenos deseos, como para no serlo…
Imaginaba una boda muy especial, pero no sabía cuánto… con mimo y esfuerzo la felicidad está a la vuelta de la esquina ;)
Un beso enorme para una familia preciosa…
Irene Fombella
23 julio, 2015 @ 07:44
Jo, no he podido dejar de llorar con tus palabras, sensibilidad, alegría y emoción… Qué bonito post Ana! Qué bonito el amor consciente, qué bonita la refamilia y qué bonitos esos renovios enamorados! Enhorabuena por una historia tan preciosa, por quereros tanto y entenderos tan bien, que seáis siempre tan felices!!
Por cierto las fotos una maravilla, y tú… sin palabras! Estabas repreciosa!
Besinos!
Ana Refamilia
24 julio, 2015 @ 08:50
No sé por cuál de tus bonitas palabras empezar a darte las gracias, Irene!!
Creo que la que más me gusta es la de querernos tanto… y cada día más, porque vivo aún sorprendida de tener un hombre tan generoso junto a mí: me siento muy muy querida, y la boda fue la celebración de todo eso y más.
Un abrazo bien apretado y gracias por estar tan cerca, porque de verdad lo siento así, también ese día…
Yolanda
23 julio, 2015 @ 08:39
Ay Ana, que no sé ni qué decirte… me has tenido con la lágrima asomando de la primera palabra a la última. Emotivo pero real, sincero, sin postureo… tu historia es preciosa y es precioso que la compartas con conocidos y desconocidos. Además, has respondido una de mis dudas… las razones para haberos recasado son tan etéreas y fuertes como imaginaba.
No sabes lo que me remueves por dentro cada vez… envidia de la buena!
Sé muy feliz, sed muy muy felices, los dos, los seis, toda la refamilia al completo! Que además la felicidad la irradiáis y contagia alrededor
Besazos fuertes. A ver si pronto de los doy junto con un abrazo-achuchón en vivo.
Ana Refamilia
24 julio, 2015 @ 08:56
Porfa, Yolanda, que sea pronto ese achuchón porque me siento en deuda contigo y tus palabras!!
Mientras escribía el post le preguntaba al Cielo cuáles habían sido sus razones, pero parece que una reboda escapa a toda comprensión… uno se recasa porque quiere; no porque toca, no porque crea en el amor eterno, no porque haya que formalizar nada. Por eso tiene tanto valor, porque no hay razones, sólo sentimientos :)
Besos, muchos, que no te falten (aunque ya sé que siempre tienes excedente con todos tus hombres :)
Aroa
23 julio, 2015 @ 09:38
Qué increíble! Qué día y qué emociones y menuda carta… Yo no he podido dejar de llorar.
A mí también me faltó esa persona especial y me falta todos los días ahora con mi niño. Pero vayamos a los recuerdos felices. Me encanta haber sido testigo a través de las redes, instagram y tu blog de este momento. Me alegro tanto y creo, sin conocerte que te mereces, os merecéis tanto que aquí sigue vuestro camino y estoy segura de que todo va a ir bien y me encantará verlo.
Un abrazo enorme!
Ana Refamilia
24 julio, 2015 @ 09:01
Me encantará que estés en ese camino, Aroa…
Yo me he criado con mis abuelos y para mí él ha sido ejemplo de vida. Cuando estaba aquí lo valoraba mucho, especialmente cuando ya era más mayorcita, pero realmente ha sido con su marcha cuando más me he dado cuenta de lo que suponía para mí y de todo lo que me ha aportado siendo como es… la vida es a veces contradictoria, pero yo creo que mientras les sintamos tanto, siguen aquí, aunque nos falten.
Un beso muy especial para ti y tu niño, que con tu ejemplo, recibirá mucho de esa persona, Aroa, seguro.
Alicia
23 julio, 2015 @ 10:01
Muchas felicidades para los 6!
Me has emocionado con tus palabras, que manera mas bonita de enseñarnos un poquito de la reboda, por cierto, ibas espectacular!!
Supongo que en una reboda los motivos y sobre todo los sentimientos nada tendrán que ver con la primera….
Ana Refamilia
24 julio, 2015 @ 09:06
Mil gracias, Alicia!!!
Los motivos, al menos para mí, no, y los sentimientos, en parte. el enamoramiento es el mismo, pero ahora además, es muy consciente, y el «si, quiero» tiene más valor, porque precisamente sabiendo lo duro que puede llegar a ser (cosa que no imaginas en el primero), quieres.
No está a la vuelta de la esquina, está al cabo de mucho trabajo y cariño, pero está, ya me lo contarás :)
Un abrazo grande
Confeti en los bolsillos
23 julio, 2015 @ 10:37
Ana que bonito!! Me encantó poder compartir contigo esos momentos anteriores y ver como cambiaba tu nerviosismo por segundos. Estoy segura que a tu Avi le hubiera encantado estar y de alguna forma tú hiciste que estuviera. Yo me pongo a pensar y ufff lo paso muy mal cada vez que tengo algún momento importante y sé que mi Lala no puede acompañarme. Y aunque no me sirva de consuelo, sé que es ley de vida, pero que complicado y difícil se hace.
Ana Refamilia
24 julio, 2015 @ 09:13
Ay, tocaya, la de cosas que tengo que agradecerte ese día… la tarta, con todo lo bonita y riquísima que estaba, es casi lo de menos, así que imagínate…
Cuando él murió, sin importarme qué ley lo amparase, no quería más que que volviese, de donde fuera, como una niña pequeña… cada año que pasa pienso en los que cumpliría y creo que hasta que no llegue a los 100 no me parecerán demasiados para que estuviese aquí… voy por 93. Lo que más me apena son los niños, con todo lo que le gustaban… y Paco le habría encantado… no sé si soy yo que lo asemejo, pero para mí su forma generosa de entender la vida es la misma.
Tu Lala te acompaña, Ana, con cada pensamiento, con cada cosa que haces, porque estás impregnada de ella… y vale ya, que al final la que llora (otra vez) soy yo!
Tantos besos como chuches tenía tu mesa… yo que tú, me sentaba ;)
Nerea
23 julio, 2015 @ 10:51
Ana, no he podido dejar de llorar. ¡Qué bonito! Como siempre, pero cada día más.
Te deseo de corazón mucha (más) felicidad, a ti y a tu familia. Gracias por compartir con nosotros tantas cosas bonitas, de las de verdad. ¡Estabas y eres preciosa! Un beso
Ana Refamilia
24 julio, 2015 @ 09:20
Qué me vas a contar, Nerea… si en vez de tener pantalla hubiese escrito en papel, habría acabado todo emborronado…
Soy de las de encontrar la felicidad en los pequeños momentos, porque grandes, lo que se dice grandes, hay poquitos en la vida, pero cuando son, escriben felicidad con mayúscula y en negrita.
Gracias a ti por ver y leer con ojos tan bonitos. Un abrazo!
muxugorri
23 julio, 2015 @ 12:21
Felicidades! No sabes como me inspira tu historia, os deseo toda la felicidad del mundo. Un abrazo fuerte.
Ana Refamilia
24 julio, 2015 @ 09:27
Muchísimas gracias, Irene… va el mismo deseo para ti también, de corazón.
Un beso muy, muy grande
Beatriz Currás Besada
24 julio, 2015 @ 13:21
Muchísimas felicidades!!! Me has emocionado mucho con tus palabras (una vez más ;-) ). os deseo lo mejor a la familia de 6 que formáis. Un besote grandote!!!!
Ana Refamilia
28 julio, 2015 @ 09:12
Gracias, mil gracias, Bea… Es maravilloso tener esas emociones tan cerca, alimentando las mías.
Un beso muy grande para tu familia también!
remorada
24 julio, 2015 @ 14:02
un post precioso, felicitaciones por la reboda!
Ana Refamilia
28 julio, 2015 @ 09:13
Gracias, guapísima. Me encanta compartir el ‘re’ contigo :)
María Entre Madrid y Buenos Aires
24 julio, 2015 @ 16:02
Querida Ana!
Felicidades por esa reboda tan preciosa; por esos sentimientos tan bonitos, puros y sinceros! Por esa refamilia tan fantástica, que con el cuidado y mimo que la estáis tratando dará unos frutos deliciosos! Por ese estupendo marido, el complemento perfecto de una estupenda mujer!
Por todo!
Os deseo que la gran felicidad de ese día os acompañe siempre!
El post precioso, siempre me pones la piel de gallina y los ojos vidriosos! Tu capacidad para describir las emociones va al compás que tu capacidad para despertarlas!
Un beso enorme!
Ana Refamilia
28 julio, 2015 @ 09:17
Pues me dejas sin palabras, María…
Me siento cada día más afortunada por ser consciente de todo lo que me rodea: de mis niños, mi Cielo, mis niñas, lo que construimos juntos… tengo una sonrisa casi cada instante y temo por mis futuras arrugas :) Espero que se afiancen en mi mirada, ser capaz de disfrutar siempre, no porque lo que venga sea muy bueno, sino por saber ver lo bueno de cada día, que ha resultado una fórmula magistral hasta ahora.
Un beso muy grande para los 5 y gracias por estar tan cerca, despertando emociones también
Sara M.
25 julio, 2015 @ 00:01
Qué bonito Ana, ya te lo he dicho otras veces, pero es que hablas de FELICIDAD, así, con mayúsculas. De verdad me alegro de que fuera un día tan feliz, y creo que fue importante que hubiera 2+4 protagonistas. Desde luego que les estará calando ese amor, no lo dudes.
¡El vestido es precioso! Ahora si lo he visto bien, y me encanta!!! Igual que el ramo, qué detalle de color tan bonito… Ahora a seguir, que esto no ha hecho más que empezar ?????
Ana Refamilia
28 julio, 2015 @ 09:21
Ya te echaba de menos, Sara ;)
Muchísimas gracias… si te llegan así mis palabras, me siento más que feliz. Los +4 han hecho que el día fuese maravilloso, multiplicando nuestra alegría sólo con ver sus sonrisas, su conciencia de lo que allí pasaba.
El vestido estoy deseando encontrar una excusa para volver a ponérmelo!!!
Un beso grande, acompañado de una sonrisa del mismo tamaño :)
Estela
28 julio, 2015 @ 11:05
Mira que tus post siempre me encantan y me emocionan, pero éste ha sido ¡el más mejor!.
Emocionante, lleno de sentimiento, de alegría, de felicidad…
Con tus palabras, me has trasladado a ese día, a tu casa, al ambiente que se respiraba, a tu interior…
Ana, ha sido fantástico, nunca me cansaré de decirte que escribes genial. Gracias! Un besazo!
Ana Refamilia
29 julio, 2015 @ 09:23
¡Gracias por ese «más mejor», Estela, de verdad que me hace mucha ilusión!
Con tus palabras das sentido a las mías, porque compartir nuestro día con personas tan especiales como tú era su cometido. Me he sentido muy acompañada estos días en mi alegría, y me sigue pareciendo un regalo…
Un beso muy muy grande, guapísima!
Armando
28 julio, 2015 @ 16:39
Si es que no se puede ser más especial!! Os deseo la mayor de las felicidades!! Besos
Ana Refamilia
29 julio, 2015 @ 09:24
Buscaremos esa felicidad día a día, Armando. Mil gracias por estar cerquita…
María
29 julio, 2015 @ 08:58
Qué bonito post, qué bonita boda y qué bonita eres tú! Me ha encantado y emocionado a la vez!Sin duda se nota que fue un día inolvidable!! me han gustado muchísimo las fotografías! FELICIDADES! Un beso grande, María
Ana Refamilia
29 julio, 2015 @ 09:29
Me vienen detalles de la reboda a la mente así, por sorpresa, y siempre van acompañados de una sonrisa cálida… ¿será el amor? ;)
Las fotos son de Eva y Gema, y no puedo más que sentirme agradecida por verlo «desde fuera» a través de sus ojos. En las que se ven las sonrisas (las nuestras, las de nuestros hijos) esa felicidad se puede tocar.
Gracias por acompañarnos, María!! Un beso muy muy grande
natalia
29 julio, 2015 @ 09:48
Ayyyy Ana…. que bonito todo…. me ha requeteencantado y como me alegro de verte tan feliz y contenta!!!!
te mando un millón de besos
Ana Refamilia
30 julio, 2015 @ 19:53
Gracias, guapísima!!
Me encantan tus besos; me quedo con todos, y con tu alegría por la mía, que tanto llega… Vamos, que gracias otra vez!
Carmen UnCacahuete
29 julio, 2015 @ 10:59
Que felicidad transmites, felicidad de la buena, de la que sale del esfuerzo diario, de la que se siente al saber dar importancia a lo que de verdad la tiene. Felicidad contagiosa.
No te conozco en persona todavía, pero me he emocionado mucho contigo. Gracias por compartirlo! Un millón de felicidades para ti.
Ana Refamilia
30 julio, 2015 @ 19:57
Muchísimas gracias, Carmen… acabará llegando el momento y nos emocionaremos juntas :)
Al final grandes momentos con el de la reboda hay poquitos, y pequeños momentos en el día a día, muchísimos. Hay que mimar mucho los grandes, pero aún más los pequños. Esa es la felicidad de la buena, de la que tanto también sabes tú…
Un beso muy muy grande!
Flores en el columpio
30 julio, 2015 @ 09:58
Gracias de verdad por tu sensibilidad, por disfrutar de cada detalle y por dejarnos poner nuestro granito de arena a una reboda tan bonita.
Las fotos de Eva y Gema son maravillosas y tú estabas preciosa con ese vestido.
Con lágrimas en los ojos de la emoción te mando un beso enorme. Mil gracias de nuevo, me siento muy afortunada por tener novias como tú.
Ana Refamilia
30 julio, 2015 @ 20:00
Gracias, María, de corazón, por tus palabras y tus flores, que hicieron del jardín un lugar mágico…
Transmite nuestra felicidad a Santi, a Deborah y a las hadas que vinieron a mimar cada flor y ponerlo todo tan tan bonito.
Flores en el columpio y en nuestro corazón… Un beso enorme!
me pica la etiqueta
30 julio, 2015 @ 10:39
Jo! qué post tan bonito y lleno de amor! enhorabuena por la reboda! :)
Ana Refamilia
30 julio, 2015 @ 20:02
Gracias, Esther, por leer tan bonito y compartir nuestro cariño…
Estás reinvitada a venir cuando quieras!
Un abrazo fuerte
Marsalada
31 julio, 2015 @ 10:50
Me has robado unas lágrimas…
Muy bonito y muy sentido.
Un abrazo
Ana Refamilia
1 agosto, 2015 @ 07:27
Confío en que también alguna sonrisa, Mar…
Gracias por descubrirme el vestido, y por tu ilusión.
Otro abrazo para ti; deseando que sea real!
María Luisa - Hello Marielou
31 julio, 2015 @ 23:14
Hola Ana!
Me ha encantado, muchísimas felicidades!!
Está claro que las segundas oportunidades no tienen porque ser malas, en nuestro caso ha sido para mucho mejor.
Seguro que tu Avi está muy feliz donde esté de verte así de radiante y guapa con ese súper vestido.
Felicidades de nuevo, un beso fuerte!!
PD: ahora me voy a llorar un rato que ha sido muy emocionante!
Ana Refamilia
1 agosto, 2015 @ 07:37
Ay, María Luisa, espero que sí, que esté feliz y a la vez emocionado, porque él es muy «llorón»; es lo que tiene vivir mucho las pequeñas cosas, que a veces calan muy hondo y hacen que se asomen las lágrimas, entre sonrisas.
Las segundas oportunidades, cuando has aprendido tanto por el camino, necesariamente tienen que ser mejores que las primeras! O, sencillamente, tu actitud las hace mejor. ¡Disfrutemos mucho ambas de ésta!
Mil gracias por estar aquí y un beso muy muy grande (espero que el rato haya sido corto…)
Limonerías
4 agosto, 2015 @ 09:49
Leo tu blog desde hace no mucho y me ha sorprendido gratamente encontrarme con esta reboda. Las fotos son preciosas y son un reflejo de lo bonito del día, de la celebración y de los sentimientos.
Qué pena que tu avi no estuviera allí. Yo también tuve un avi maravilloso al que echo de menos…
Ana Refamilia
17 agosto, 2015 @ 14:22
Gracias, Limonerías… yo también creo que las fotos recogen mucha de la magia que había ese día en nuestro jardín. Las sonrisas y la felicidad la pusimos nosotros, pero las miradas de Eva y Gema son las que suplieron trasladarlas a una foto ;)
Yo sigo echándole muchísimo de menos, pero de alguna forma siento que él es parte de mí, que su legado queda conmigo y puedo transmitírselo a mis hijos: su alegría, su disfrute por las cosas sencillas, su dedicación a otras personas… pero sí, aunque esté en mí, es muy difícil abrazarse uno mismo, y hay días, como el de la boda, que lo que más deseo en el mundo es que esté aquí…
Un abrazo muy muy apretado para ti y un beso para tu avi.
Lola
19 agosto, 2015 @ 04:02
Hola Ana! ahora leo este post… maravilloso y emocionante. gracias por compartir! me haces despertar emociones. Irradia amor…
maravilloso
Besitos y achuchones!
Ana Refamilia
21 agosto, 2015 @ 11:36
Gracias, Lola… a veces con frases muy sencillas calentáis mi corazón…
Besos para ti!!!
Isate
20 agosto, 2015 @ 22:49
Ana, qué bonito tu día! Me he imaginado metida en ese jardín viendote hacer el «paseíllo», qué felicidad! Te deseo lo mejor!!!
Y qué manera de llorar con tu relato!!! Besos y deseando coincidir contigo de nuevo
Ana Refamilia
21 agosto, 2015 @ 11:38
Ay, Isate, de verdad que lo fue… sé que para cada pareja la suya es especial, pero ésta ha sido la boda más bonita del mundo…. :)
Un beso muy grande y mil gracias… Espero que muy pronto!!
Laura
22 agosto, 2015 @ 15:15
Llego tarde… pero llego.
Como siempre, Ana… qué bonitas palabras y qué bonito lo que le cuentas a tu Avi. Ya lo sabía, por lo que intuía de lo que filtras en tus imágenes, pero me alegro de saber que fue un día más que especial, un día soñado. Incluso faltando personas importantes, fuera un día maravilloso.
Me alegro… te acompañé mentalmente aquel día y te mando mis buenos deseos, para todos los días que os quedan por compartir!
Besos
Ana Refamilia
9 septiembre, 2015 @ 09:06
Yo también llego tarde, pero siempre llegamos, Laura…
Me sentí plena de esos buenos deseos de aquel día y muy, muy acompañada, por los que estaban junto a mí, por los que estaban un poco más lejos, como tú, y por los que no estaban, como mi Avi.
Gracias, mil gracias por acompañarme siempre :)
Irene MoRe
7 septiembre, 2015 @ 14:12
Muchísimas felicidades preciosa, por la boda, por tu Cielo, por tus Soles y por tus Estrellas, y por ser consciente de lo que tienes y disfrutarlo.
Estabas preciosa (cosa fácil porque lo eres), y tus chicos y chicas igual. Tu casa era una maravilla.
Que la felicidad de ese día os dure eternamente.
Un abrazo enorme.
Ana Refamilia
9 septiembre, 2015 @ 09:11
Irene, muchísimas gracias por tus felicitaciones y ese precioso deseo de felicidad (que espero que la vida te devuelva incrementada!).
Con todo, me quedo con la felicitación de ser consciente y disfrutarlo, porque estoy cada día más convencida de que eso es lo que hace que el resto dure eternamente… Y tú has contribuido a ello con tu cielo bonito, que me hace levantar la mirada cada mañana para contemplar el mío. Ya hasta los niños me avisan cuando los colores lo hacen aún más especial :)
PS: Preciosa tú!
Verano de tartas diferentes - Confeti en los bolsillos
29 octubre, 2018 @ 17:46
[…] así fue. Ana de La refamilia, se recasaba y yo tenia un problema y era pensar en una tarta que pudiera aguantar el calor […]