Al principio todo era caos… Génesis de mi Mundo
Hoja en blanco, cabeza bulliciosa, ánimo elevado -“todos los caminos empiezan con un primer paso”- y expectación a raudales. Sobre todo, expectación, porque ni la que suscribe sabe sobre qué va a versar este primer post… ventajas de ser mujer, supongo ;)
No puedo decir que esté en un momento importante de mi vida, porque a la postre todos lo son por una razón u otra, pero sí es un momento en el que confluyen cosas relevantes, a saber:
- Tengo dos Soles maravillosos que iluminan mi vida: guían mis pasos, mis decisiones, mis ilusiones… Se supone que debería ser al revés, y formalmente lo es, pero ellos son la base de todo. Siempre han sido luz y calor en cualquier oscuridad.
- Tengo un Cielo sobre el que puedo pintar cualquier escenario, porque él lo sostendrá. Mi par, que no mi igual, al que no encontré en un baile encantado ni es el primero con el que he bailado, pero con el que espero bailar toda la vida. La imagino pasar en imágenes como si estuviese en mitad de un río, y cuando miro a mi lado, siempre le veo junto a mí, como dos piedras juntas en el cauce cambiante.
- Mi Cielo tiene dos Estrellas que también iluminan mi vida, aunque desde algo más lejos que mis Soles. Es maravilloso descubrir una estrella y conseguir acercarla a ti. A los Soles y las Estrellas les encantan brillar juntos…
- El Cielo, los Soles, las Estrellas y servidora se han montado un cosmos propio. Sí, sí, de verdad, que uno puede ponerse el mundo por montera y hacerse uno a su medida. El nuestro está en rodaje, y no se nos da mal esto de ser demiurgos de nuestra propia vida, a pesar de que “no sabíamos dónde nos metíamos”. Quizá por eso, porque no había mucha literatura ni práctica dogmática al respecto y tenemos que inventarnos las reglas cada día, no ha sido tan difícil. Y cuando juntas dos medias familias, para los que no son de letras, obtienes una refamilia.