Hora de ir al cole…
1. f. Prontitud y rapidez con que sucede o se ejecuta algo.
2. f. Necesidad o deseo de ejecutar algo con urgencia.
[…]
andar alguien de ~.
1. loc. verb. U. para referirse a quien parece que le falta tiempo para cumplir con las ocupaciones y negocios que tiene a su cargo.
dar ~.
1. loc. verb. Instar y obligar a alguien a que ejecute algo con presteza y brevedad.
darse alguien ~.
1. loc. verb. Acelerarse, apresurarse en la ejecución de algo.
de ~ y corriendo.
1. loc. adv. Con la mayor celeridad, atropelladamente, sin detención o pausa alguna.
meter alguien ~.
1. loc. verb. Apresurar las cosas.
La que suscribe suele ir de prisa y corriendo. Más por necesidad que por deseo, como todos, aunque he de reconocer que una vez subida al carro, a veces es difícil discernir. Dándole vueltas al tema me descubro altruista, porque mi prisa suele venir motivada por el bienestar de los niños: para que lleguen pronto al cole y puedan desayunar tranquilamente, para que terminen pronto los deberes y puedan jugar, para que terminen pronto la cena y puedan leer, para que se acuesten pronto y puedan descansar. ¿Y hay algún fin mejor que el bienestar de los hijos…?
Pues sí: su cordura ¡y la mía!
Los Soles desayunan en el cole, así que cuando se levantan sólo tienen que hacer pipí, lavarse la cara, peinarse, ponerse el uniforme (primorosamente preparado en su silla), calzarse, ponerse el abrigo y coger su mochila. Desde los tres años saben hacer todo eso solitos (es un decir; el Segundo Sol se lava la cara con una mano a la espalda y sin mojarse la nariz, pero se la lava él. Yo hago repaso cada varios días para eliminar posibles acumulaciones y se queja de que la cara no se lava con tanta agua :) así que hagan sus apuestas, señores, ¿cuánto se tarda en hacer esas tareas?, ¿diez minutos?, ¿doce?, ¿la señora del sombrero dijo quince? Adjudicado a la madre que les levanta cuarenta y cinco minutos antes de salir. Sí, sí, cuarenta y cinco.
El curso pasado era una madre inexperta, de esas que pensaba que para sus hijos era mejor dormir que vivir, así que les levantaba veinte minutos antes de salir. Tras varias semanas de llantos, dramas y gritos de patio de vecinas, dos cosas me hicieron reflexionar. La primera fue el Segundo Sol entre lágrimas: “Mamá, es que yo necesito mi tiempo para hacer las cosas, me lo dice la profe.” Acabáramos, 4 años y una profe que sabe de mi hijo más que yo. La segunda fue un comentario del padre de las criaturas, al que el Primer Sol le había mencionado que siempre llegábamos tarde al cole por las mañanas. Esto sí que es el acabáramos: dejándome día tras día las cuerdas vocales al grito de “Daros prisa, que llegamos tarde” y al final van y se lo creen…
Y esto no podía quedar así, claro, tenía yo que ingeniar nuevas armas para mi arsenal de madre…
Primera medida: levantarles media hora antes. Qué digo media, tres cuartos de hora antes. Y es que en esas semanas vine observando que ellos, además de todas esas cosas que yo les digo que tienen que hacer, necesitan (literalmente) hacer otro montón de cosas más: recibir mimitos para salir de la cama, saltar sobre ella, buscar las zapatillas por tres habitaciones, mirarse en el espejo y poner caras antes de lavarse, andar un poco en bolas aunque la casa esté a 18º, elegir los calzoncillos para que combinen con el color de sus ojos, jugar con un coche que quedó sin recoger ayer, contarse el uno al otro no sé qué… Yo ya ni miro, para no alterarme. Ya meteré prisa para que se acuesten media hora antes, si acaso…
Segunda medida: componer el Hora de ir al Cole, una maravilla del coro familiar…
No sabían la hora por aquel entonces, pero poco importaba, porque a las 7:55 la cantinela suena en la alarma del móvil marcando el ‘primer aviso’. En cuanto resuena por la casa nos movilizamos como cuando iban a disparar el cañón en casa de los Banks: todo el mundo a correr para estar con los zapatos puestos en el ‘segundo aviso’, a las 8:00. Hay un tercero y un cuarto, pero como lleguemos al último, la charla de camino al cole está asegurada (sí, esa, la charla de madre abnegada que se levanta a las 6,45 para que sus hijos tengan almuerzo que llevar al recreo, mientras ellos, seres desagradecidos, dilapidan su tiempo mirando cromos)
Con los niños siempre es un misterio por qué las cosas funcionan o no, pero creo que ésta lo hace porque
- la canción la cantamos los tres, y la familia que canta unida, permanece unida, como en Sonrisas y Lágrimas
- la medida fue aprobada por unanimidad, porque estábamos los tres hartos de empezar el día a gritos o a llantos, según la víctima
- mide el tiempo de forma relativa y no absoluta: puedo adelantar y retrasar la alarma según el día o lo pillada de tiempo que vaya yo… vale, esto ellos no lo saben, pero indudablemente contribuye al buen desarrollo de la mañana
- va de contar… Yo no sé por qué, pero cuando cuentas «3, 2, 1…» hay una amenaza implícita que hace que espabilen, incluso aunque no tengas pensado que ocurrirá si llegas a 0…
Total, que pasamos de llegar al cole casi tarde, gritando y con churretes a llegar a tiempo, sonrientes y caminando. Así que mi do it yourself de organización de hoy no tiene tijeras ni pegamento, sólo tecnología e imaginación…
Este curso, ya en Refamilia, lo seguimos haciendo igual, pero he de confesar que a la que pilla por sorpresa el ‘primer aviso’ es a mí… Tendré que andar más deprisa ;)
Marieta_14
6 marzo, 2014 @ 08:58
Esta idea te la copio, pero para la hora del baño que es el momento de estrés en casa. Besos guapa!
Ana Refamilia
6 marzo, 2014 @ 22:47
Pues ya sabes, María, cancioncita al canto! Además es muy divertido pensarla, ensayarla, hacer cinco intentos para grabarla… y escucharla!
Tardes de Verano
6 marzo, 2014 @ 13:00
Nosotros también las despertamos 45 minutos antes, todavía no hemos tenido que aplicar alarmas, pero me lo apunto para cuando vea que las vaya a necesitar!besazos guapa!
Ana Refamilia
6 marzo, 2014 @ 22:50
Porque tú eres muy buena y paciente, Mila :) pero sí, un as bajo la manga siempre viene bien!
Susana
6 marzo, 2014 @ 14:55
ya veo que mis hijos no son los unicos que pierden las zapatillas de andar por casa en otras habitaciones, que bien!!
Ana Refamilia
6 marzo, 2014 @ 22:51
Lo mejor es que tienen dos pares, y a veces se cogen las chanclas porque están todos por ahí perdidos… ¡¿dónde pueden esconderse 8 zapatillas?!
conojosdecanica
6 marzo, 2014 @ 22:04
Jajaja me encanta la idea… por suerte por las mañanas no me encargo de los peques… me libro… pero me toca lo de a bañarrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr, a cenarrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr, a dormirrrrrrrrrrrrr, que no nos da tiempo al cuento ehh???? siempre con el tiempo a vueltas jijiji
un besote, estupendo post y genial canción
Ana Refamilia
6 marzo, 2014 @ 22:52
Lo de las amenazas ya no sé cómo sacarlo de nuestras vidas… hasta que no digo también lo de que si no no hay cuento, no se mueve nadie!!
Un beso grande, Ester!!
Conchi Lo
8 marzo, 2014 @ 18:11
Jajaja! Esto tengo que probarlo!! Nosotras vivimos enfrente del cole, nos levantamos una hora antes y, a veces, casi llegamos tarde. Venga, que no está todo perdido. Que acompañada me siento cuanto leo lo de que se cree que llegamos tarde.
Ya te contaré los resultados
Ana Refamilia
9 marzo, 2014 @ 00:26
Por favor, no no dejes de hacerlo!!
Seríamos tan pesados nosotros de pequeños…?
Un beso, y guapa!
mamiteayudo
9 marzo, 2014 @ 08:57
Ja,ja genial idea la del coro! Yo hace tiempo que decidí que era mejor que se acostasen antes y levantarnos sin prisas, al final llegaba yo al trabajo de los nervios y con un malhumor tremendo como para enfrentarse a todo el día, pero si hubiera tenido el coro seguro que nos ibamos con una sonrisa :)
Ana Refamilia
9 marzo, 2014 @ 20:56
Todas las Anas del mundo deberían ser como tú!
Yo me iba a veces al trabajo con una sensación de mala persona, por haber gritado tanto y haber perdido los papeles…
Menos mal que ya no pasa casi nunca ;)
Un beso, guapísima!!
armandsk
10 marzo, 2014 @ 00:51
Un post genial Ana! Y ahora a dormir que mañana hay que madrugar ;). Bss
Ana Refamilia
11 marzo, 2014 @ 00:00
Mañana será hora de ir al cole otra vez!
Un beso y buenas noches…
Andrea Amoretti
10 marzo, 2014 @ 10:46
Me gusta!! A veces sacarlos de casa es una carrera de obstáculos pero cuando sale todo tranquilo y en hora… Dan ganas de ponerse a cantar de la alegría!! Empezar bien el día y sin priiiisaaa… Casi nada y casi todo. Genial tu manera de contarlo!!
Ana Refamilia
11 marzo, 2014 @ 00:01
A veces lo es todo! Porque como empecemos con estrés y con gritos, mal vamos para el resto…
Tú sí que tendrías que dar pistas de madre, Amoretti :)
concanicas
10 marzo, 2014 @ 18:54
Casilda empieza, formalmente el mes que viene la guarde..no sabes lo bien que me ha venido que hayas hecho este post para ir haciéndome una ligera idea de la que me espera!! tomo nota con puntos y comas!! Gracias!! ;-) Besitos!!
Ana Refamilia
11 marzo, 2014 @ 00:03
María, con lo bonita que es Casilda, seguro que va a la guarde como una caperucita!
Aunque claro, Caperucita también se entretenía por el camino :) Una buena alarma y todos con las horas claras!
Besos, linda!
1x1
13 marzo, 2014 @ 15:48
Genial post, Ana! Me lo apunto para cuando me toque… ;)
Lo mejor, lo de retrasar la alarma sin que ellos se enteren, jajaja!
Ana Refamilia
14 marzo, 2014 @ 00:26
No sabes lo útil que es, pero el mayor ya se sabe las horas, me tengo que andar con ojo ;)
El Segundo Sol y las teorías educativas (y 2) | Refamilia y otros enredos
25 abril, 2014 @ 07:23
[…] no pretendo hacer mil cosas a la vez, sino disfrutar de la que tengo entre manos cada vez. A veces levantarse un poco antes y disponer de ese tiempo es más importante que quedarse diez minutos más en la cama. A veces hay […]
laura
26 febrero, 2015 @ 08:45
jajaja, .. me encanta!!!
Ana Refamilia
26 febrero, 2015 @ 18:54
Yo me lo pongo hasta cuando no están ellos, Laura, en un intento de salir puntual ;)
El Segundo Sol y las teorías educativas (y 2) - Refamilia y otros enredos
12 septiembre, 2015 @ 11:30
[…] no pretendo hacer mil cosas a la vez, sino disfrutar de la que tengo entre manos cada vez. A veces levantarse un poco antes y disponer de ese tiempo es más importante que quedarse diez minutos más en la cama. A veces hay […]
Necesidades de los hijos - Refamilia y otros enredos
13 septiembre, 2015 @ 09:18
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