La ciencia de Hello Kitty
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Dos frases célebres caseras para hacer la trascendentalidad de los últimos tiempos más llevadera, cortesía de la Estrella Menor.
Los seis en el Refamiliawagen, camino de una tienda en la que venden minerales, nuestra gran afición de los últimos meses, transmitida de Soles a Estrellas. ¿A qué llamamos cogerle el gusto a algo en la Refamilia?
- El Segundo Sol de mayor quiere ser geólogo. Sí, 5 años. No, no astronauta o médico como le gustaría a su santa madre: aquí si somos fan, lo somos hasta el infinito y más allá.
- El no va más del fin de semana es salir “a los prados de Madrid” a recoger piedras, que es el lugar que indicaba el cartel del Museo Geominero en el que se podían encontrar diferentes calizas de la región. Ya las recogían antes (qué madre que se precie no tiene una maravillosa colección de guijarros, palos y flores chuchurrías y lo que no tiene es valor para tirarlas ni a escondidas), pero ahora que se han profesionalizado especulan sobre si están compuestas o no por cuarzo, o si encontrarán pirita, lo que le da cierto glamour al asunto…
- Se han aprendido los nombres y aspecto de al menos 30 minerales diferentes. Alucinante. Podía haberlo deducido de la capacidad de aprendizaje de la colección de Invizimals y sus puntuaciones de defensa y ataque, pero la fucsita, la andracita y la lepidolita han sido una grata sorpresa.
- Si el Cielo y yo nos vamos de fin de semana romántico a Cuenca, podemos traer malaquita y calcancita de la Ciudad Encantada y son recibidos con vítores. Es más, hemos traído una geoda para todos y están como locos por que llegan las Estrellas y poder abrirla, preocupados por qué mineral contendrá y por cómo se van a repartir los pedazos (literal, el Segundo Sol hace cábalas del tamaño de los trozos que obtendremos al golpearla y se lamenta si le toca una hipotética miguita…)
Pero de vuelta al coche, a nuestra charla científica, estábamos hablando de telescopios y microscopios y la Estrella Menor dice: “Yo en casa de mamá tengo uno”. “Qué chulo, ¿un telescopio o un microscopio?” Encogimiento de hombros “No sé…” Pedimos pista “¿Pero cómo es?” La Estrella, seguro que pensando que para qué dice nada, nos contesta “Es de Hello Kitty.” Hmmm, en ésta nos pilla… no sabemos de qué palo científico va la Kitty… Necesitamos más pistas.
Me giro a mirarla y le pregunto “¿Sirve para ver las cosas más grandes o más pequeñas?”. La Estrella Menor pone los ojos en blanco, las manos con las palmas hacia arriba y se prepara para explicarnos una obviedad, con una actitud de sobra conocida: “¡Es sólo un juguete!” Pues sí, dejaremos los interrogatorios para cosas más relevantes, pero me la imagino con diez añitos más diciéndonos «¡Es sólo un chico!»
Unos días después, viendo Epic los seis en el sofá (hemos hecho una ikeana genial componiendo varios sofás Kivik y ahora tenemos uno de 3 metros y pico donde cabemos todos en filita :) aparece esta escena:
El caracol y la babosa de la película sacan la lengua tipo perro por la ventanilla de un coche mientras vuelan a lomos de un pájaro. Es una escena muy divertida y nos reímos todos. Bueno, casi todos… Salta la Estrella Menor, toda ofendida “¿Qué pasa? Yo también lo hago en la montaña rusa y mola…” El Cielo y yo esta vez nos reímos más discretamente, para no herir susceptibilidades :)
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P.S: El Cielo ha abierto la geoda rodeado de una gran expectación, y a todos nos ha sorprendido la belleza que había dentro de una roca aparentemente vulgar. La foto no hace justicia al brillo de los cristales formados, pero aquí está…
moondandelion
14 marzo, 2014 @ 12:49
Qué geniales, lo ven todo siempre tan claro! Me trae muchos recuerdos tu post porque hubo una época en que también nosotros coleccionamos fósiles. Mi madre empezó a comprar uno cada miércoles después de las clases de ayuda al estudio que hacía mi hermano, como premio por ir. Con qué ganas esperábamos al miercoles para saber qué tocaría esa vez! EL preferido de mi hermano y con el más esperado fue un frasquito de pepitas de oro. Era como si tuviera un tesoro.
Qué tiempos!
Un placer leerte como siempre!
Ana Refamilia
17 marzo, 2014 @ 23:06
Mil gracias, guapísima! Por las cosas bonitas que me dices y por compartir este recuerdo conmigo… ojalá los niños lo recuerden así dentro de unos años :)
armandsk
15 marzo, 2014 @ 00:27
Que aficiones más fantásticas tiene la refamilia… no dejes pasar ni uno de los comentarios «obvios» de la estrella menor y cuentanoslo todoooo :). Besos
Ana Refamilia
17 marzo, 2014 @ 23:07
Jajaja! Es la más pequeña y que gasta una ironía más fina… nos esperan muchos, no te quepa duda ;)
mamiteayudoMamiteayudo
15 marzo, 2014 @ 13:34
Ja, ja, ja, me encantan las deducciones de los niños :) y cuida ese hobby que promete…
Ana Refamilia
17 marzo, 2014 @ 23:08
Si es que los mayores nos complicamos un montón, Ana… menos mal que ellos nos explican bien las cosas, como el Principito…
conojosdecanica
17 marzo, 2014 @ 22:15
Me encantan los enanos, es que lo saben todo y tienen una lógica aplastante… para qué complicarnos??? Un besazo
Ana Refamilia
17 marzo, 2014 @ 23:08
Toda la razón! De hecho, la próxima montaña rusa a la que me monte, pienso sacar la lengua, que creo que nunca lo he hecho!!!
Momentos prestados | Refamilia y otros enredos
17 marzo, 2014 @ 22:55
[…] un par de días después, mientras el Cielo abría nuestra geoda, rodeado de expectación y cabecitas, a la Estrella Menor le salió un “¡Papá, te quiero!”. Y […]
Momentos prestados - Refamilia y otros enredos
12 septiembre, 2015 @ 15:25
[…] un par de días después, mientras el Cielo abría nuestra geoda, rodeado de expectación y cabecitas, a la Estrella Menor le salió un “¡Papá, te quiero!”. Y […]