Mi PuntoMom

Todavía tengo la sonrisa en la cara, no puedo evitarlo… Y es que acabo de llegar de PuntoMom

Podría contar la crónica de un evento lleno de ponencias inspiradoras, con una organización impecable, fruto del buen hacer de María de Escarabajos, bichos y mariposas y Patricia de De rosas y baobabs, ambas increíbles mujeres. Pero no voy a hacerlo, porque para mí lo mejor de PuntoMom no está en el evento, y ni María ni Patricia lo incluyeron en el programa (¡chicas, para el del año que viene no podéis olvidarlo!): lo mejor de PuntoMom son las personas, y cuando compré la entrada no sabía que venía con tantos regalos…

Regalos de PuntoMom


En primer lugar, me he congraciado con mis compañeras, porque así siento ahora a otras muchas bloggers. Nunca me había enemistado con ellas, pero cuando alguien decía que yo era blogger, yo no me sentía nada cómoda con el concepto, y contestaba que no, que yo sólo tenía un blog, pero que era una parte de mí, no lo que me definía. Y me sonreí cuando en la primera mesa redonda, Laura, que para mí ya no tiene una niña sin nombre, dijo que ella no era blogger, sino que tenía un blog. Pero no puedo obviarlo más: el blog, además ser yo misma, es cada vez una parte más importante de mi vida, y me hace enfocarla y disfrutarla de una nueva manera…

El día antes de ir a Oviedo, no podía dormir, de pura emoción… ¿la culpable? Carmen Quintano, de Bizcocho de Chocolate. Me van a faltar palabras en el diccionario para darle las gracias por haber convertido un fin de semana que se anunciaba emocionante en una vivencia maravillosa, y como el enamorado que no entiende por qué su amor le quiere, con lo poquita cosa que es él, yo aún me pregunto qué méritos hice para que esta mujer me honre con sus atenciones, porque gracias a ella fui invitada a la cena más especial a la que se podía asistir el viernes por la noche: la cena de algunas de las ponentes de PuntoMom y otras míticas autoras del blogs. «Antes» (hace tres meses :) me entraba un nerviosismo quinceañero por conocer a las personas que escriben blogs míticos, y me decía para tranquilizarme que eran meramente personas, como yo: ahora sé que los blogs son grandes porque ellas lo son, y es su talla personal la que se trasluce en sus blogs. Ya no me pongo nerviosa: ahora me emociona compartir un rato con mujeres excepcionales, que tienen un sueño y la valentía de inflar globos para subir hasta él y alcanzarlo. Me hubiese encantado llegar a ambos lados de la mesa…

Carmen no será consciente, pero despertó mariposas en mi estómago a golpe de whatsapp, y me he sentido honrada con cada uno de sus gestos, desde su cambio de sitio para ponerse a mi lado en la cena, hasta su confidencia con Lucía: «es buenísima, tienes que leer su blog», pasando por sus «prueba esto, que está buenísimo» en el cocktail. Tiene una personalidad arrolladora, una sonrisa inconfundible y un cariño que, como ella dice, se multiplica, porque ambas tenemos muy lleno el 1.0, pero el 2.0 siempre te permite dar y recibir más. La Quintano anda con un proyecto entre manos que guarda en secreto, y no hace falta que le desee la mejor de las suertes, porque estando ella implicada, será un éxito seguro. Carmen ha sido uno de los regalos del PuntoMom…

Otro de ellos ha sido Lucía de Baballa. 9 años de blog tiene esta mujer en su haber. Me impresionó en la mesa redonda lo integrado que estaba Baballa en su vida. Tanto, que lejos de robarle tiempo a su familia, como algunos temen, la ha hecho crecer, evolucionar, vivir en positivo las oportunidades que el blog ha dado y ampliado sus horizontes. Cuando charlamos durante el cocktail me quedó claro que se llama Lucía porque ella es luz, tan llena de energía, irradiando vitalidad y derrochando risas…

Pero he tenido más regalos, algunos completamente personales, otros compartidos, recibidos de Bea. Con ella no hay que llevar ninguna de sus botas de agua, ni paraguas, ni nada que impida empaparse de su persona, porque es de verdad excepcional…

El primer regalo exclusivo que me hizo fue la sonrisa que dibujó al verme en la cena, acompañada de un mensaje en Instagram. Ya no soy una «quinceañera»: no es porque ella sea Beatriz Gaspar de cbda y yo una humilde chica «que tiene un blog«, sino porque ella es extraordinaria y yo me siento afortunada de poder compartir momentos con ella.

El segundo regalo fue compartido con más de 400 personas, las que escuchamos su ponencia sobre creatividad. A mí me hizo revivir Hello! Blogging y de nuevo me sorprendió su forma de entender la creatividad, tan íntimamente ligada a ella. Su blog la ha hecho grande, la inspira para crecer cada día y ofrecer a sus hijas lo que ella recibió de sus padres: un legado para entender el mundo de otra manera. No sé muy bien qué, pero tengo tantas cosas que decirle, de las que hablar con ella…

¡Y más regalos! En la cena compartí comida, risas y charla con la dulce Paula de Mamá Trendy, la resuelta Carol de Hadas y Cuscús, (ambas ponentes, muy nerviosas sin motivo, porque lo hicieron fenomenal) o la fascinante Indara de El Sofá Amarillo. Cerca tenía a la mujer del momento, como siempre con las ideas muy claras y las palabras más adecuadas para expresarlas: Laura no sólo ha parido a la niña sin nombre, sino que ha dado luz a muchas mujeres, que gracias a ella saben que son las mejores madres del mundo, sean como sean, y que las llamen malasmadres no es ya un arma contra ellas, sino su escudo.

Desayuno y risas con mi tocaya de Confeti en los Bolsillos, Vero de Sin preparación alguna y Laura de Base Echo (desayuno con diamantes, sin duda) a las que se sumaron Itziar de Baby Rural y Gema «la niña sin blog». Me encantó sentarme con ellas y con Teresa de El Sueño de Teresa, conocer por fin a Mónica de Muy Míos (¡estrena su blog!) y a Aída y su hermana de Me lo invento, me lo como, con unos ojazos azules de impresión, ¡y charlar en la comida con Beby Botas!

Espero no haber sido muy empalagosa con el post (que a mí me emociona todo…) y que haya más PuntoMom’s. ¡¡¡Y espero volver a vernos en la Party!!!

Identificador cenaÉste es ya mi nombre, mi identificador :)