un tiempo para cada hijo

El Segundo Sol y las teorías educativas (y 2)

Estimado Segundo Sol,

Acusamos recibo de las necesidades manifestadas e iniciamos diversos trámites para dar cumplida respuesta a cada una de ellas.

Quedamos a la espera de conocer su satisfacción con las medidas adoptadas y aprovechamos para enviarle un cordial mordisquito.

Atentamente,

Equipo Directivo de la Refamilia

Cada uno a su ritmo

Pues si, cariño, cada uno a su ritmo y yo la primera, que si bien es cierto que no tengo que colocar todos los lego en una formación muy concreta antes de ir a lavarme la cara, también lo es que mi recién descubierto espíritu instagramero me susurra que tengo que fotografiar algo sí o sí, incluso aunque se enfríe la cena ;)

Y he hecho un gran descubrimiento al respecto: para poder ir despacio, necesitamos más tiempo. Tiempo para disfrutar de nuestras cosas propias y entre nosotros. Tiempo para que no tengamos que mirar el reloj constantemente y podamos estar en el ahora sin pensar en lo siguiente.

Me he dado a la loca vida de priorizar y ya no pretendo hacer mil cosas a la vez, sino disfrutar de la que tengo entre manos cada vez. A veces levantarse un poco antes y disponer de ese tiempo es más importante que quedarse diez minutos más en la cama. A veces hay que marcar tiempos para no robarle tiempo a lo siguiente (si se alarga la cena innecesariamente, nos metemos en la ducha atacados, o nos saltamos el cuento, o se me escapa algún grito… y no merece la pena)

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El Segundo Sol y las teorías educativas

Sé que va a parecer pasión de madre, pero tengo evidencia casi científica de que el Segundo Sol es un visionario… o bien lo es porque sabe identificar y expresar sus necesidades, o bien lo es porque embauca a las ponentes de los talleres de padres a los que voy (no se puede ser buena madre si no te angustias, por lo menos, por una docena de teorías educativas), pero sin duda, lo es.

Esta es la lista de demandas que ha ido desgranando el Segundo Sol, algunas veces con moderación y prácticas de buen orador; otras con los ojos llenos de lágrimas y la indignación pintada en la voz, según el caso…

  • Mamá, dice la profe que cada niño tiene su ritmo, y que hay que respetarlo” Yo suelo responder con un “No tengas morro, que llevas media hora cenando, no has parado de hablar y sólo has comido pan, no es que comas despacio, ¡es que no comes!”; “Vale, ¿pero me das más pan?” Grandes argumentos para conseguir objetivos ocultos, ¿qué va a ser este niño de mayor? No me lo digáis, que no quiero saberlo. Yo estoy ilusionadísima preparándome para la alfombra roja, que si Di Caprio llevó a su madre, seguro que el Segundo Sol me lleva a mí cuando le den el Óscar a mejor actor.

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