Hemos montado una banda

Las cosas a veces se imaginan peor de lo que son porque nos empeñamos en ver únicamente la parte negativa; creemos que es muy difícil ser diferente y vivir en un mundo normalizado.

Siempre he tenido mucha miopía. «Mucha» van desde las 10 dioptrías con las que me graduaron a los 2 años, hasta las 24 que llegué a tener con el paso de ellos. Llevé lentillas desde los 5 años y a los 25 me operaron de cataratas. Mis gafas habrían podido protagonizar cualquier sketch, y de hecho lloré al ver algunas cuando tenía una nueva subida de dioptrías. Pero con 14 años, al salir de la consulta en que pasé de las 16 a las 20, le dije a mi madre que no importaba, que tenía miopía pero también inteligencia y otro montón de capacidades. Y desde entonces, tan conforme con mis ojitos, que no iba a tenerlo yo todo ;p

El caso es que nunca lo he vivido como una «desgracia». De alguna forma ha condicionado mi vida (como tantas otras cosas) pero también me ha hecho ser como soy, y aunque preferiría tener una vista perfecta (y los ojos verdes de mi abuela) me gustan las cosas que ha aportado a mi vida la miopía…

Me ha regalado mi pasión por la lectura (el mundo miope prefiere las cosas que están cerca y huye del baloncesto), pasión que ha alimentado una imaginación con la que trasladarme a tantos mundos, que me ha vestido con la piel de infinitos personajes y me permite ser tantas veces niña con mis Soles y Estrellas… palabras escritas que me dotan de palabras para escribir este blog

Mi miopía me ha enseñado a verme a mí misma por encima de mis limitaciones. Mis limitaciones no son yo, no me definen… En el viaje de 3º de BUP pasé 9 días de 20 horas en pie con mis compañeros de curso, y yo sólo podía llevar las lentillas 12, así que (horror) tenía que llevar mis gafas de culo de vaso junto con mi coquetería de 16 primaveras. Por supuesto alargaba las 12 horas a 16 y elegía el momento para llevar gafas o lentillas, todo el día preocupada… uno de esos días, me puse las lentillas y una hora después de estar con todos, una amiga me dijo «¡Ah, ya llevas las lentillas! No me había dado cuenta» ¿¿Qué no se había dado cuenta?? Si mis gafas eran azules y me hacían el ojo canijísimo, y estaba horrible con ellas y… Y ella me veía a mí, no a mis gafas. Y yo soy infinitamente más grande que unas gafas. También soy infinitamente más grande que mi «culo pollo», que mi barriguilla y mi pecho posmaternidad y que esas arruguillas (pequeñíííísimas ;) que se encaprichan de mis ojos.

Me ha ayudado a normalizar la vida, la mía y la de los demás: no hay como ser diferente para aceptar las diferencias ajenas. Si tú eres diferente y tu vida es normal para ti, ¿por qué no va a serla la de los demás? De hecho, esto de normailidades y diferencias no tiene mucho sentido en un mundo en el que cada uno es único, ¿no?

La Refamilia es una muestra de que las dificultades no sólo tienen parte negativa: un divorcio puede parecer muchas cosas (fracaso, dolor, secuelas) pero trae también otras (superación, reencuentro, oportunidades) y juntar dos familias suele ir acompañado de varios «dónde te metes», dificultades y ex-parejas de la pareja, pero nosotros nos centramos en nuestro proyecto de vida, en las risas y en las nuevas maneras de querer.

Y no soy la única que piensa que cuando el camino es difícil, se aprende más, se desarrolla la creatividad y se disfruta más del resultado: nos hemos juntado unas cuantas positivas de la vida y hemos montado una banda. Sí, sí, una banda, ésta banda:

Creative Food BandEn nuestra banda tener limitaciones a la hora de comer pone alas a la creatividad, y nuestro objetivo es que la alimentación diferente sea normal. En la Refamila tenemos una intolerante al pescado, una alérgica a los frutos secos, dos con el colesterol por las nubes y un montón de tiquismiquerías, así que nos hemos apuntado sin dudarlo.

Pero permitidme que os presente a los miembros de esta banda…

Con todos ustedes, las vocalistas del grupo: ¡Ruth de Mr&Ms Lemon y María de Con Canicas! Ruth es intolerante al gluten y María a la lactosa, y como ellas tampoco se definen por sus «gafas», tuvieron la osadía de hacer una galleta sin gluten ni lactosa. Y éste fue el resultado:

galleta sin gluten sin lactosaTarjeta galletaLa galleta era redonda, pero tuve que contenerme y dejar un poco para poder hacer la foto, porque, para mi sorpresa (reconozcámoslo), estaba realmente deliciosa. Por favor, pinchad en la tarjeta de la galleta para que Ruth y María os expliquen su motivación, que sigue viva en la Creative Food Band.

Al piano, ¡Laura y Zaira de Mis Zapatos de Princesa! Madres, soñadoras y apasionadas de la lectura, todo amor, tenían que acompañarnos para escribir las páginas de esta nueva aventura.

Con sus contrabajos, ¡Cristina y Elena de Cosas de Infantas! Espero que nos traigan todo el especiero que tienen en su cocina, porque son inquietas, divertidas y ocurrentes.

El swing lo pone el clarinete de ¡Ester de Con ojos de canica! Como la chispa de la vida de la Coca Cola, oiga, todo energía y alegría contagiosas, indispensables en cualquier proyecto.

El trombón es cosa de ¡Paloma y Belén de Baby Be! Porque ellas tienen la clave para facilitar que una vida nueva empiece, cómo íbamos a iniciar ésta sin su ayuda… Paloma es además la gran artista que nos ha representado en la niña del logo, ¡y Laura nos ha prestado su cacerola!

En la batería, ¡Yolanda, de Fórmulas y Dreams! Formulando su propia vida, aporta a la nuestra toda su inspiración e inquietudes (y una sornisa maravillosa, qué mejor ingrediente)

Al saxo, ¡Marta de My Little Brunch! Porque tiene un gusto exquisito para lo divino y lo humano y todo lo que toca lo hace más bonito, no podíamos pedir mejor hada para la Band.

El chelo suena de la mano de ¡Silvia de Miss Blank! Creatividad y elegancia en estado puro, la guinda que necesitamos para nuestro pastel.

¡Y servidora a los coros! que nunca fue muy virtuosa pero que pone ilusión y ritmillo donde haga falta ;)

¿Y a qué se dedica la Creative Food Band? Pues a preparar diferentes recetas de manera que sean lo más aptas posible. Ninguna nos dedicamos (profesionalmente ;) a la cocina, pero creemos que con un poco de creatividad se puede cocinar de forma sabrosa y saludable para todos. Si siendo nosotras y nuestros blogs tan distintos podemos emprender un proyecto común, ¿por qué no vamos a poder comer todos del mismo plato?

¿Nuestros conciertos? Una vez al mes se propondrá una receta (para la primera será Ruth nuestra anfitriona) y cada una buscará la forma de hacerla lo más apta y sabrosa posible, y mostraremos el proceso y el resultado en nuestros blogs. Hasta contaremos con invitados de excepción en la propuesta y elaboración de las recetas, no digo más…

Menos mal que a lo de Refamilia añadí lo de y otros enredos, porque si no no cabría el mundo entero en el blog ;)