Ene 23, 2014

El moodboard que no quería salir

Ana Refamilia cosas mías 9 Comments

Buenos noches a todos,

Soy el moodboard de este blog. Me presento yo solo porque mi creadora se sonroja si me muestra…

Resulta que esta semana el Make and Share (lo de hacer vaya, pero tener que compartirlo…) del curso de Hello! Blogging soy precisamente yo, un panel de inspiración, una composición de objetos, telas, fotos, papeles o cualquier cosa que inspire el blog de la Refamilia.

Pero parece que la cofundadora y coCEO encauza mejor su creatividad de manera verbal que formal y no ha conseguido hacer moodboards tan inspiradores como los de sus compañeros… quizá debería haber recortado un trozo de cada moodboard ajeno y haber hecho un collage propio, vaya usted a saber… El caso es que para confeccionarme a mí tuvo que planchar sábanas en las escaleras, recorrer mil rincones de la casa buscando mis partes (la oía murmurar y lamentarse de no tener biutiful-zings en casa; si el Cielo no lo evita, ésta se deja la paga de febrero en comprar fruslerías), rompió el cristal de un carboncillo que pintó en el 93 (¡20 años!) y estuvo a punto de caerse colocando y esquivando cosas en las escaleras al menos tres veces… Por no hablar del helado que se medio derritió y la vela que casi llama a los bomberos ella solita (sería peor que la escena de Friends “no, estaba yo aquí haciendo un moodboard y se me quemó una sábana…”)

Me construyó sobre las escaleras de casa, faltas de la luz natural que tanto alegra las fotos, pero dotadas de dos cualidades: son tridimensionales, y el mundo se puede contemplar desde muchos ángulos, e implican movimiento: la vida es un avance, un subir peldaño a peldaño al objetivo que te propongas, y la Refamilia se ha construido así, pasito a pasito…

Y en los pasos previos de los primeros peldaños está parte de la prehistoria de la Refamilia.

En el primer escalón, algunos de sus libros favoritos, llenos de historias de magia e imaginación (digámoslo claro, es un poco freak), y algunas novelas históricas, que también le apasionan… Faltan los de Enid Blyton, que sembró en su mente la idea de que todo tiene vida. Nunca ha querido meter los peluches en la lavadora por si se ahogan y le pena tirar cosas viejas porque se sentirán despreciadas después de toda una vida de uso:) ella es así.

De todo lo que esos libros le han aportado, nació inevitablemente el legado de la caja de magia y todo lo que representa, y aunque es de creación reciente, sin duda concentra mucho de ella.

¿Y qué son los elefantes rosas? Son esas cosas inverosímiles que pasan por tu cabeza justo antes de dormirte, cosas disparatadas y divertidas, que son lo que produce tu imaginación cuando se comienza a liberar de la conciencia… como en Dumbo. Son el umbral de la inspiración…

Como guinda, el helado, porque nadie como ella disfruta de esos pequeños placeres de la vida ;)

El segundo escalón simboliza la mini familia de los Soles. Lo componen uno de los primeros dibujos del mayor de los Soles al poco de nacer su hermano, icono de lo unidos que están, la mantita del Segundo Sol, que indudablemente es parte de la familia desde que tenía 4 meses, y una vela que el Primer Sol hizo con sus manitas a su madre cuando contaba 5 años, porque los Soles iluminan todo…

Y como ella no reniega del pasado, porque sin él no estaría en su presente, dos bellos retazos de una época anterior: la vajilla regalo de la familia política, que sobrevivió a un divorcio (la vajilla y la familia política, ambas sobrevivieron ;) y cintas de vídeo de momentos significativos.

El tercer escalón es el de la Refamilia. Seis pies al unísono avanzando por la vida (no sé yo por dónde van a ir con tanto lazo y tacón, lo mismo se creen que la vida es una fiesta…), unidos por un planning que una noche el Cielo llevó a casa de mi creadora, dejándola en genuino estado de shock. Es una forma un poco rara de proponer compartir vida, pero es que el muchacho es ingeniero… Hay también un cuaderno de tela en el que van pegando fotos que recogen la vida de la Refamilia. Primero fotos de dos y luego fotos de seis…

Y para los muy observadores, de la pulsera del espectacular zapato (¿a que lo es?), se columpia un colgante que le regaló su amiga-hermana, y que simboliza la presencia de sus amig@s a lo largo de toda su vida (Natalia, mis tres de A cuatro bandas, mis azafatas, la Superpandi, mis compis de trabajo, las Incondicionales, las Llameras, los loretianos… siempre afortunada)

En el siguiente escalón (que no es el último, porque la escalera siempre sigue) están las aspiraciones, los deseos, los propósitos…

En el centro, un dibujo que ella nunca habría pensado que podría hacer, pero que consiguió: creó volumen sobre una mera hoja de papel con un carboncillo y un difuminador… Quizá ahora pueda crear con palabras (bolis) y una pantalla (ratón sobre posavasos :) Y el blog le posibilita ver todo desde muchas perspectivas, algunas nuevas gracias a la mano de nuevos observadores…

De las perspectivas también tiene algo que decir el espejo. Siempre hay que tener uno a mano. Y en ocasiones hay que pararse, sacarlo; mirarse sin prisa y con mirada crítica y comprensiva a la vez. Hay personas que no saben hacerlo, que no saben poner en sus ojos humildad y gratitud y se creen forjados por sí mismos, ellos y su razón. No es cierto, nunca lo es… Estamos compuestos de piezas que otros pusieron, piezas que nos permiten conformar otras piezas propias, y hay que reflexionar de tanto en tanto, sobre si lo hacemos bien con esas piezas, si lo queremos hacer así o de otra forma, sobre dónde queremos ir y con quién.

Y si no me creéis, miradme a mí, pura composición pasajera de piezas ajenas pero con alma propia…

#hellocreatividad

cosas mías

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