Fiesta de cumpleaños DIY con mucho arte
Hace unos días en la Refamilia volvíamos a estar de celebración: nuestra Estrella Mayor cuenta ya 9 años. Yo no he vivido sus primeros 7, pero será genial compartir los próximos 70 :)
El cumpleaños fue muy especial para mí; los días y horas previos fui un manojito de nervios porque, para variar, me hubiese gustado preparar mejor las cosas, pero al final la felicidad real supera a la imaginada. Las cosas fueron a su aire, como siempre y, aunque no hicimos algunas de las programadas, surgieron otras maravillosas.
La primera parte del cumple fue el DIY de los adultos. Do galletas de gengibre yourself, palmeritas yourself (Cumpleaños DIY, sin duda :) y cúrratelo-para-que-coman-fruta-en-un-cumple yourself para merendar. ¿Y cómo se consigue lo último?, con un truco llamado mini fuente de chocolate…
Nota para lanzar a gusto una piedra sobre mi propio tejado: las fotos son un desastre. Las hice de noche, sin haber empezado el Hello!Fotografía de Begoña y, a pesar de mis ratos largos con los editores de imagen, no consigo milagros, no sé por qué será… Aviso porque siguen como 30 fotos en formato collage que, como veréis, me tengo trilladas todas las plantillas.
Después de merendar vino uno de los momentos especiales no previstos de la tarde… La Estrella Mayor vió las latas de lotería de mimitos y las pidió para jugar todos juntos. No os imagináis la ilusión que me hizo… 7 niñas, 2 niños y 1 hombre maravilloso sacando pelotas de ping pong con mucha expectación, primero las de Pick one y luego las de Mimitos ¡y les encantaron! Jugaron sin pudor, con muchas risas y acabaron los 9 lanzándose sobre un Cielo paciente y divertido; yo me derretía mientras limpiaba hilitos de chocolate y preparaba el primer DIY para los peques. Los comelibros.
Esta manualidad la hizo una profe de la clase de ‘Art Attack’ del Segundo Sol, y me pareció chulísima y muy sencilla. Un comelibros (no sé cómo se llama en realidad, pero este nombre me gusta) es un marca páginas que se coloca en una esquina del libro y parece que está mordiendo la página. Creo que un punto de lectura es un objeto genial para un niño, porque incita a querer leer y ver dónde va a quedarse la próxima vez… y ya empezamos a leer cuentos que quedan inconclusos cuando hay que apagar las luces :)
Me he animado con un tutorial al final del post, por si os apetece liaros una tarde lluviosa…
Y aquí van nuestros comelibros; hicieron dos o tres cada uno, de distintos colores, con ojos diferentes, gafas de sol, lenguas viperinas, colmillos puntiagudos o dientes de conejo. Incluso algún lazo veréis (no hay cumpleaños refamiliar que se precie sin purpurina, está visto).
Acabado el comelibros, llegó el turno de dejar volar la inspiración, y las alas vinieron en forma de bol y pintura. A cuenco y pincel por niño, no hizo falta mucha explicación (eso sí, tuvieron que tragarse la directiva de seguridad sobre pintura acrílica, porque no teníamos específica para porcelana; una mancha en la ropa significaba que sus padres nos condenarían al ostracismo social y no les dejarían volver a un cumple refamiliar. Los nuestros ya sabían a que atenerse… Afortunadamente, podrán volver todos el año que viene). Recomiendo pintura de porcelana si intentáis esto en casa, porque aunque los he barnizado posteriormente, no sé cuántos lavados aguantarán indemnes…
¡Y tenéis que intentarlo en casa! Otra de las cosas que me hizo sentir el cumple tan especial fue comprobar de nuevo el arte que tienen los niños. Las formas, los colores, el estilo de cada cuenco es genial, les dejaría decorar una vajilla de doce servicios a cada uno. Dedicad unos segundos a cada cuenco y veréis que todos tienen algo…
Me encanta que los invitados se vayan a casa con algo especial del cumple, no puedo evitarlo :)
Cuando dieron por terminados los cuencos, llegaba el momento de preparar su propia pizza, pero se nos hizo tan tarde, que hubo que llamar al Telepizza. Para mi desolación, comieron más pizza que cuando la hacemos casera :(
Y ya para la crónica rosa, la tarta fue de tres chocolates, nada de sutilezas tipo red velvet, y la compartimos con los padres que llegaron a la par que el repartidor. El tiempo vuela cuando disfrutas, así que supongo que en nada estaremos soplando velas nuevamente…
Making off de los comelibros.
Os presento los elementos básicos para hacerlo con cartulina de colores, aunque nosotros recortamos para el cumple multitud de formas de ojos, párpados, lenguas, dientes, lazos… Imaginación al poder, porque luego los niños piden sus propios complementos y nos pasamos la tarde recortando «a medida»…
Necesitáis unas plantillas como éstas, que el Cielo preparó con escuadra y cartabón, que por algo es el ingeniero de la Refamilia… Como no hicimos fotos mientras le explicaba a los peques cómo montar el separador, lo he preparado a mano alzada con un editor de imagen (a ratón alzado en realidad :)
La forma verde grande será el cuerpo del comelibros, el cuadrado rosa la lengua, y finalmente los dientes y los ojitos completarán la manualidad.
Para montarlo, se toma el cuerpo en la posición de la imagen y, os recomiendo que con la ayuda de una escuadra o algo plano con un ángulo de 90º, se doblan las dos alas superiores, como indican los pasos 1 y 2. Al doblar la segunda ala sobre la primera, pegamos ambas, y nos queda un cuadrado con solapa (3).
Por la solapa meteremos el cuadrado que hace las veces de lengua, que encolaremos a la base, como indico el paso 4. Ahora tendremos el cuadrado con solapa y la lengua contrastada. Pegamos los ojitos previamente decorados con rotulador (en vez de ponerlos tipo monstruo me han salido un poco rana ;) y los dientes. En la forma de los dientes he dejado una pestaña para poner el pegamento y que sigan sobresaliendo. He coloreado de azul la pestaña en el paso 5 para que veáis que hay que encolar por esa zona y pegarla a la parte interior de la solapa. Es importante que la solapa no quede pegada a la lengua, porque si no no podréis meter el monstruito por la esquina del libro. Como no sé si me explico como un libro abierto o cerrado, dudas y consultas serán atendidas en comentarios al post :)
Et voilá, marcador comelibros listo para señalizar y proteger tus libros favoritos! Y en casa, se usan… sin buscar mucho, esta misma noche antes de acostarnos.
Tardes de Verano
30 enero, 2014 @ 09:16
Y yo que creía que me curraba los cumpleaños!!!cuándo dices que me invitas al próximo??jajaja!me ha encantado el DIY y está super bien explicado. Me lo apunto para hacer con las peques. Besazos guapa!!!
Ana
30 enero, 2014 @ 13:17
Requeteinvitada, Mila!
Pero viendo los cumples que hay por ahí, tan tematizados y con tantas guirnaldas estupendas, me parece que me queda mucho por currar!!
Al final es lo de siempre: el cumple fue especial por sí mismo, sin que las guirnaldas importasen tanto… Me ha dejado muy buen recuerdo…
Patricia
30 enero, 2014 @ 09:56
Qué bonitas quedaron las tacitas :-)
Ana
30 enero, 2014 @ 13:19
Tenemos que intentar alguna manualidad en los cumples de los Soles, aunque con todos los que somos, batimos un record guinness seguro!
yolandayolanda
30 enero, 2014 @ 12:06
Un cumple bien completito!! Lo pasaríais genial seguro!!!
Ana
30 enero, 2014 @ 13:20
Fue genial, Yolanda, lleno de detalles y de momentos geniales :)
Gracias, guapa!
mamiteayudo
30 enero, 2014 @ 15:32
QUe super cumpleaños!! Seguro que se acuerdan toda la vida )
Ana
30 enero, 2014 @ 18:48
Ojalá, Ana, pero si no, siempre nos quedará el blog ;)
Alta tensión. Un mar de dudas - Refamilia y otros enredos
12 septiembre, 2015 @ 16:49
[…] de Descasados para siempre salió de la carpeta de borradores, celebré un Best Blog y tuve otros enredos que utilizar como excusa mental para no ponerme a escribir sobre esto. Así que supongo que cansado […]