Hace más de 12 años que no estás, y aunque ya no te piense tanto como antes, hay días en que te echo muchísimo de menos… Sé que estás ahí, pero me gustaría verte, oír tu risa o sentir tu abrazo. Y en un día tan maravilloso como el sábado, me habría encantado verte sacar uno de aquellos pañuelos de tela para secarte las lágrimas, o haberme sonrojado con uno de tus piropos :)
Hoy probaré a escribir un post sencillo… uno de esos que se escriben de un tirón y que no hay que releer para entender ;)
El Cielo y yo hemos pasado varias semanas difíciles y hemos puesto mucho de nuestra parte para que en los próximos meses en la Refamilia vayamos a vivir momentos maravillosos, porque lo serán y porque estaremos muy atentos a todo lo que ocurra para disfrutarlo (¿he contado ya lo del secreto de la felicidad?, ¿lo de ser feliz con las pequeñas cosas y hacer felices a los demás…?) Estamos añadiendo juntos nuevas sensaciones al camino, de las cálidas, de las que hacen que la senda merezca tanto la pena…
Estoy deseando poner en palabras ese camino, pero aún es pronto, estamos dando los primeros pasos y no queremos trastabillar, y soy muy consciente de que primero necesito vivir para luego poder escribir, así que aunque ande un poco callada últimamente, podría decirse que estoy trabajando en futuros posts :)
Estoy nerviosa… escribo y borro, y vuelvo a escribir… quiero hacerlo de manera muy especial, porque la ocasión lo merece, pero las palabras no paran de revolotear pidiendo que las elija y con la emoción me cuesta mucho.
Yo creía que hoy hacía un año que había empezado nuestra historia de amor, con este «¿quieres salir conmigo?», pero a lo mejor tú y yo no nos conocimos ése día, sino este otro, o éste… ¿tal vez éste? Son cosas del amor 2.0… yo creo que está en el aire porque ahora va a través de wifi :)
De todas formas no es tan importante la fecha, sino que nos hemos conocido y enamorado. Tú de mis palabras y la ilusión que las alimenta, y yo de tu mirada y el latido de tu corazón al leerlas. Ya sabes cómo es esto de estar enamorado… no sabes muy bien qué ve la otra persona en ti, tú que eres tan poquita cosa, pero ésa es la magia del amor, la generosidad del que da sin darse cuenta. Me encantaría que siguiese siendo así toda la vida: yo sin saber dónde está eso que te hace volver y tú sin ser consciente del efecto que tiene tu respuesta en mí…
De todas formas, te susurraré palabras de amor en este día de nuestro aniversario, a la luz de la pantalla y con la música de las teclas de fondo… ¿lo oyes? están tocando nuestra canción… ¿bailas?
Esta receta no empieza con el reto carrot cake de mis Infantas reales. Esta historia empieza hace ahora 15 años al inicio de mi carrera profesional, cuando tuve la fortuna de conocer a Natalia mucho antes de que ella crease ‘Bajo el cielo hay…’ pero cuando ya era toda creatividad. Y con ella, hace ya esa pila de años, compartí momentos maravillosos junto a Marta, Quino e Ig, de Ventura Rodríguez a Lavapies, pasando por Islantilla y Alicante. Entre amores y desamores quisieron los celos que nos distanciásemos, y siempre he tenido clavada una espinita de remordimiento y un perdón a punto por si surgía la ocasión.
Si uno va distraído o pasa demasiado rápido por sus días, es fácil que no repare en ellas. Puede también que, aunque las vea, las acalle por falta de tiempo, de recursos o de fe en sí mismo, porque a veces caemos en la artimaña (impuesta desde fuera, desde niños, donde pintar dentro de la raya es lo importante) de que algo tan pequeño y que sólo está en tu cabeza, apenas tiene valor si lo comparas con todo lo grande que es el mundo que nos rodea…
“Papá, ¿puedo decir que el Segundo Sol y yo somos hermanos?” Pego un frenazo en seco con cuatro toallas en pila entre las manos. La Estrella Mayor estaba haciendo deberes no muy concentrada, parece :)
Mi desvergonzada antena capta la respuesta del Cielo: “Bueno, puedes hacerlo, pero sabes que no sois hermanos…”
“¿Y hermanastros?” Es sorprendente cómo los niños dan significados bonitos a palabras feas… La verdad que vienen ya demandando alguna forma de llamarse entre ellos, porque lo de ‘amigos’ se quedó corto hace mucho y lo de ‘vivimos juntos’ cuando se presentan a otros, también (es un lío contarle a la gente lo que somos, la verdad. A ver cuando la RAE nos incluye en su Diccionario :)
“Lo que quieras, pero seréis hermanastros de verdad cuando Ana y yo nos casemos” Ingeniero, me lo he tenido que buscar ingeniero…
“Papá, ¿y por qué no le pides de una vez que se case contigo?” Eso digo yo, ¿por qué…?
El 12 de junio es una fecha un tanto voluble en mi calendario personal…
Comenzó siendo una fecha de boda hace ahora 10 años, en la que el Cometa y yo (¡queda oficialmente así bautizado el padre de los Soles!) formalizamos nuestro proyecto de vida. Celebramos felizmente cinco aniversarios, pasamos por un sexto sin sentido, en mitad del divorcio, y en estos últimos cuatro años rellenando la inefable casilla de ‘separada/divorciada’ en los formularios, meramente dejo que el día pase sin más pretensiones.
El Cometa y yo fuimos amigos varios años antes de que se decidiese a besarme, y a ese beso siguieron seis años de noviazgo, otros seis de matrimonio y dos hijos. En doce años ha habido de todo, como en botica, pero cuando nuestra relación empezó a ir fatal, no supe qué hacer con los recuerdos, que tanto me atormentaban, así que metí en un cajón los luminosos y empecé a hacer recuento de los sombríos (en otro tiempo fui humana ;)
Cuando hacía terapia tras el divorcio y me enfrentaba a varios conflictos diarios con el Cometa (¿cómo es posible que con quien has compartido tantos días en armonía, seas incapaz de estar de acuerdo en nada?), Clara me dijo algo que me dejó en cierta forma marcada y que llevo intentado poner en práctica desde entonces: “Estáis definiendo una nueva relación, ¿quieres que sea una continuación de la anterior o prefieres crear una nueva?” Yo no le vi mucho sentido a dejar de tener una vida en común con alguien y conservar sólo lo peor, así que cada vez que iniciamos una nueva discusión intento vernos en nuestra nueva situación, no perpetrando antiguas guerras ya sin sentido… No siempre lo consigo, lo reconozco, pero prometo que me esmero.
Conté hace tiempo que tengo una amiga maravillosa y especial, sin la que mi vida no sería como es hoy, y que soy rica en amigos con los que he tenido la suerte de caminar por la vida… A engrosar mi tesoro llegaron amigos que me ha regalado la Refamilia con papel de colores 2.0, amigos con los que he compratido formación e incluso proyectos. amistad que va empujando el límite virtual y comienza a caminar del lado real de la vida. Por si pudiera aún ser más afortunada, en las últimas semanas me emocionan personas a las que me unen sentimientos, vivencias, camino… les agradezco de corazón que me escriban, que compartan conmigo momentos difíciles y no se sientan solas…
Y la adalid de este movimiento de fronteras entre lo virtual y lo real es mi amiga Mila, de Tardes de Verano.
¿Cómo se puede tener tanta intimidad con algunas personas, sentir en el corazón el roce de sus palabras, de sus imágenes, y no conocer apenas su nombre?
A menudo me recuerdas a alguien, tu sonrisa la imagino sin miedo…
Los niños llegan corriendo del cole ¡Qué nervios! Es nuestro primer sorteo, pero os dejo un tutorial del sorteo DIY para que veáis cómo lo hemos hecho :)
Primero los Soles han escrito los nombres de los participantes en papelitos, con ceras de colores :)
Y luego los hemos doblado para que la elección del ganador fuese todo un misterio…
Y el momento de la verdad… Hay que elegir un ganador, sacarlo de nuestra chistera. Y ya conocéis a nuestro mago titular, el Segundo Sol, que se ha tomado muy en serio su papel y ha hecho unos pases mágicos previos…
¡Y sí! ¡¡Es Mariu!!
Nos toca idear lotería de gotas para una tarde lluviosa. Me encanta…
Os quiero dar las gracias a todos y cada uno por haber participado en nuestro primer sorteo; me han enamorado vuestros mensajes y la ilusión con la que esperabais este momento. Un beso enorme para The Blue Monster, Rebeca, Natt, Tardes de Verano, Rosa, Raquel Climent, Marieta_14, Patricia, Cosmética para viajar, Raquel, Sonia, Inma, SalasPilar y, como no, ¡a Mariu! En unos días preparo todo y os enseño el resultado…