padrastro

Cosas de Refamilia

Cuando uno tiene una Refamilia no sólo se enfrenta a preguntas tipo cómo se mete un bebé en la barriga de su mamá o cómo se apaña el ratón Pérez para enterarse de que se te cae un diente; nosotros hemos debido de dejar de ser padres amateur y nos han pasado a la categoría profesional, porque aquí el elenco de dudas existenciales infantiles roza casi el surrealismo…

La Estrella Mayor me emocionó preguntándome si quería tener nietastros y la Menor nos montó una boda pitufa sin pestañear, pero eso sólo era para ir abriendo la veda, porque hemos tenido nuevas aportaciones.

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Cerrado por viaje

En unas horas viajo fuera de Madrid (cosas de mi jefe :) y ayer por la mañana se lo dije a los Soles.

«¿Tan lejos?, ¿y quién nos cuidará?» Me encanta la forma de decirlo… Siempre intento evitar expresiones tipo «me tocan los niños» y suelo emplear otras como «las niñas están con nosotros», y me gusta que ellos se vean como niños, no como maletas que se quedan con alguien.

«Pues el Cielo, claro«

«Genial, entonces el miércoles ¡tocan mimillas!» y sonrisa…

Yo finjo indignación… «Anda, ¿eso es todo lo que me váis a echar de menos?«

«No, no, Mamá, que yo te quiero mucho…«

Ni siquiera me han preguntado qué les voy a traer…

A estas alturas de la Refamilia, aún estoy un poco sorprendida, y definitivamente feliz, por que se queden tan contentos con el Cielo. Comprobaré en unos días qué tal ha ido, pero sé positivamente que con él cenarán sin rechistar, se bañarán sin que nadie necesite botas de agua y se acostarán por lo menos media hora antes… Tengo la sensación de que el Cielo llevará peor esto de dormir sólo…

Antes de irme quería dejar aquí una foto que algunos ya conocéis, y que me encanta, de este fin de semana que hemos disfrutado los seis juntos…

Refamilia in loveTermino de preparar la maleta, de achuchar a los Soles y en unos días vuelvo… ¡Me llevo poco dispositivo pero mucho lápiz y papel!

Momentos prestados

Más que prestados, son momentos compartidos, porque el Cielo los vive en primera persona y yo como embelesada observadora :)

Hace unos días tuve que salir por la tarde y el Cielo se quedó con los Soles. Tuvieron una cena distendida y llegó la hora del baño, y con ella, los mimitos de por la noche (cuando salen de la bañera, por turnos, les siento sobre mis piernas y les someto a un secado amoroso con besos y caricias incorporados; es tan parte de la rutina diaria como lavarse los dientes).

Al salir de la ducha el Primer Sol dijo: “Mamá nos hace mimitos…” Y el Cielo se sentó a los Soles, los secó e inventó las “mimillas”, que vienen a sustituir los besos por cosquillas, pero que tienen el mismo efecto halo de cariño, a la luz de los comentarios de los tres…

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