arsenal de madre

Recursos de una madre en apuros

Descasados para siempre. Parte III. Las Estrellas.

descasados las estrellas

Hermanas, por la Estrella Mayor (enero 2014)

Con las Estrellas esto del divorcio y descasarse no ha estado tan claro como con los Soles, lo que ha supuesto alguna que otra angustia, pero más que nuestra (que también) de las niñas.

Al principio simplemente parecía que la Estrella Mayor no llevaba muy bien que sus padres viviesen en casas diferentes. Si algún niño le preguntaba que a dónde iba cuando su padre la recogía un viernes, lo ignoraba, y era la Estrella Menor la que contestaba “A casa de Papá”.

Un verano, cuando tenía 7 años, estaba jugando en la piscina con una niña más pequeña, y el Cielo, escuchó como le contaba:“Vivo aquí con Papá, porque mis padres están casados pero viven en casas diferentes”.

Como sus padres no vivían juntos desde sus 5 años, la Estrella Mayor suplió lo que no le explicaron con pura lógica: sus padres estaban casados pero no vivían juntos. Tanto se había acomodado en su escudo, que cada vez que el Cielo intentaba explicarles que su madre y él estaban divorciados, ella respondía con rabia, negándolo, ante el desconcierto de la Estrella Menor, que desde que tenía un año llevaba viviendo una realidad de familia divorciada sin haberle puesto etiquetas y con naturalidad, sin pensar en lo que era “normal” o en lo que podría pensar el resto del mundo.

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Frases del Primer Sol cuando era un solecito

Inuit, por el Primer Sol (2010)

Inuit, por el Primer Sol (2010)

Buscando un cuadernito para anotar las locas ideas que corretean por mi cabeza, y con ánimo de no comprar nada innecesario con mi ya comprometido sueldo, he encontrado un pequeño tesoro: un cuaderno donde, en una época en la que yo era una ingenua madre 1.0, anotaba las cosas dignas de recordar que decía el Primer Sol. ¡Sus primeras frases célebres caseras!

Y así, tal cual están apuntadas, las transcribo, para que no parezca que sólo los pequeños tienen frases geniales (eso sí, me guardo algunas para otro post de éstos entre tensión y tensión…)

Con casi tres años, yo le hablaba mucho de mi abuelo, mi avi que estaba en el cielo. «Mamá, voy a crecer tanto que tocaré el cielo y veré a tu avi«. Se me saltaron las lágrimas y el abrazo que le di aún debe dejar marca…

Noviembre de 2010, con 4 años: «Soy el rey del kárate«. «¿Y tu cinturón?» «No tengo cinturón, pero los reis no necesitan cinturón«. Está claro que los reis no necesitan perrito que les ladre.

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Regalos de Reyes

Han pasado tres días desde que llegaron los Reyes Magos, y una que es afortunada en amores, sigue recibiendo regalos… El de hoy me lo concede mi amiga Lorena, que ha publicado esta maravilla de post en su blog: ¿Tú crees en la magia?

No tengo palabras para expresar lo honrada que me siento. Mil gracias…

Como anticipa Lorena, la Magia de los Reyes Magos fue uno de los momentos más mágicos de estos días… El Segundo Sol desenvolvió su regalo, miró la caja y dijo «Tiene una C, ¡mi letra!» y la abrió con cuidado. «¡Un diploma!» Les encantan los diplomas, porque a veces les hago algunos en vacaciones, de titulación tan variada como a la más bailonga, al más lento comiendo, al más creativo, a la más colaboradora, al más responsable… incluso al más llorica, que a veces está reñido… «Creo que es una carta de los Reyes, ¿quieres que te la lea?«.

Se la estuve leyendo despacio, entonando mucho y poniendo énfasis en la Magia de la Imaginación. Él mientras jugaba con su dragón nuevo, y yo pensaba que no estaba escuchando. Era una de las posibilidades. De hecho, no era la peor, porque no parecía decepcionado. Cuando terminé anunció «Soy mago, mamá» y mi sonrisa ocultó lágrimas de madre. El Primer Sol y las Estrellas también habían puesto la oreja (no todos los días los Reyes escriben a alguien de la familia), e hicieron preguntas, valorando la cantidad de Magia que ellos mismos poseían.

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Carta de los Reyes Magos

En general disfrutamos de una Refamilia feliz, pero a veces se viven momentos muy complicados… Incluso en esos en los que hay que reprimir las ganas de llorar y en los que un abrazo es una tabla de salvación, hay sitio para una sonrisa :) Uno de los momentos especiales y terapeúticos de estos días ha sido preparar una caja morada de Magia para el Segundo Sol.

Podría pensarse que el crío pidió la Magia de los Reyes Magos y se olvidó del tema, pero hemos tenido Magia todos los días… «Jo, chicos, qué cansada estoy con tanto preparativo«. «No te preocupues, Mamá, que cuando los Reyes me traigan la Magia te voy a hacer un robot que cocine, ponga el lavavajillas… y nosotros no pondremos más la mesa ni recogeremos nuestro plato«. No sé que opinará el sindicato de robots imaginarios de estas condiciones laborales…

Me chiflan los Minions, y comenté que quería tener uno, pero uno de verdad, como en la peli, no un muñeco. El Primer Sol «Pero Mamá, son sólo dibujos, no puedes tener uno de verdad«, y Segundo Sol al rescate del Reino de Fantasía: «Mamá, yo te hago uno con mi Magia«. Pues me encantaría, la verdad…

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La Magia de los Reyes Magos

No es que necesite ayuda, es que ¡necesito un milagro de los de película yanqui de Navidad!

El viernes toda la clase del Segundo Sol fue en peregrinación al buzón de correos que hay en frente del colegio a echar la carta a los Reyes Magos. Este año los Soles y las Estrellas pasan Nochebuena y Navidad en sus otras casas y Nochevieja y Reyes en refamilia, así que estos días hablamos por Skype.

«Cariño, la profe me ha mandado una foto y te he visto echar la carta en el buzón… ¿qué le has pedido a los Reyes?«

«Magia, un ghzhdz de Skylanders«, que no sé lo que es… para que no se dude de la veracidad de la conversación, otras tres ó cuatro cosas más dicha tipo lista de los reyes godos «y unos propulsores«.

«¿Propulsores?«

«Sí, para montarme«

Busco una salida honrosa a los propulsores inexistentes en el mercado y, en cualquier caso, fuera de mi alcance y de mi intención de no ir a urgencias más de lo estrictamente necesario: «Ahhh… Pues son muchas cosas, ¿no?, a lo mejor no te lo traen todo…«

«Lo que seguro, seguro me traen es la Magia.«

Vaya, no me había dado cuenta de ésa…: «¿La Magia?«

«Sí, eso lo tienen… les he pedido que me traigan su Magia, la Magia de los Reyes Magos.«

Por favor, oxígeno y desfibrilador… «Pero cariño… ¿cómo te lo van a traer?, ¿en qué viene eso, si la magia no se ve?«

«Lo traen en una caja morada. Mamá, ya lo verás.«

No sé cómo vamos a salir de ésta, de verdad… ¿Alguien sabe dónde venden propulsores…?

2.Segundo Sol

Descasados para siempre. Parte II. Los Soles.

Mi hermano y yo, por el Primer Sol (2009)

Mi hermano y yo, por el Primer Sol (2009)

Cuando al Primer Sol le dijimos que ya no estábamos casados, acuñó el término descasados, que a nosotros nos ha resultado muy apropiado, infinitamente superior a divorciados. Así fue como mis hijos vivieron el divorcio, y estos son retazos de sus reflexiones solares:

Primer Sol, a los pocos meses del divorcio: “Mamá, ¿la gente descasada se puede volver a casar?”. “¿Entre ellos o con otras personas?”. “Entre ellos otra vez”. “Bueno, sí, se pueden casar otra vez, pero es muy difícil enamorarse dos veces de la misma persona”. “¿Para casarse hay que estar enamorado?”. Ángel mío. “Si, cielo, hay que estar muy enamorado, es muy importante”. “Ah”. Ni idea de lo que es estar enamorado, claro, pero precisamente por eso, muy difícil de rebatir…

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Roedores navideños

roedores navideños

El niño curioso, por el Primer Sol (nov 2013)

Ya casi la tenemos aquí. Con paso sigiloso pero seguro, se cuela en los escaparates, envuelta en purpurinas y destellos, con aroma a canela y a almendra. Nos pilla reprimiendo una exclamación ante pasillos y pasillos de juguetes. De nada sirve que algún centro comercial anuncie que ya está aquí antes de su llegada, siempre hay un día en que te sorprende verte rodeado de ella…

Quizá ésta sea la última Navidad de inocencia infantil en la refamilia al completo… La Estrella Mayor cumplirá 9 cuando empiece el año, seguida del Primer Sol (7 y medio), del Segundo Sol (5 y medio) y de la Estrella Menor, con 5 recién estrenados.

La Estrella Mayor, con motivo de la caída del segundo diente del Primer Sol, me encerró a traición para hacerme una pregunta de vital importancia, porque tenía informaciones contradictorias y necesitaba saber: “el Ratón Pérez, ¿existe?”. En lo que duró mi suspiro pensé tres cosas: ¿por qué no le preguntas a tu padre o a tu madre?, ¿no prefieres hablar de sexo? y ¿ahora qué le digo? En mi caso la pregunta se la hice a mi madre en un intento desesperado de que algo de mi imaginario infantil existiese, justo después de confirmar que los Reyes no eran tan mágicos como creía…

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