refamilia

Hay cosas que pasan en todas las familias y cosas de Refamilia :)

Nuevos momentos

graduación 1El 12 de junio es una fecha un tanto voluble en mi calendario personal…

Comenzó siendo una fecha de boda hace ahora 10 años, en la que el Cometa y yo (¡queda oficialmente así bautizado el padre de los Soles!) formalizamos nuestro proyecto de vida. Celebramos felizmente cinco aniversarios, pasamos por un sexto sin sentido, en mitad del divorcio, y en estos últimos cuatro años rellenando la inefable casilla de ‘separada/divorciada’ en los formularios, meramente dejo que el día pase sin más pretensiones.

El Cometa y yo fuimos amigos varios años antes de que se decidiese a besarme, y a ese beso siguieron seis años de noviazgo, otros seis de matrimonio y dos hijos. En doce años ha habido de todo, como en botica, pero cuando nuestra relación empezó a ir fatal, no supe qué hacer con los recuerdos, que tanto me atormentaban, así que metí en un cajón los luminosos y empecé a hacer recuento de los sombríos (en otro tiempo fui humana ;)

Cuando hacía terapia tras el divorcio y me enfrentaba a varios conflictos diarios con el Cometa (¿cómo es posible que con quien has compartido tantos días en armonía, seas incapaz de estar de acuerdo en nada?), Clara me dijo algo que me dejó en cierta forma marcada y que llevo intentado poner en práctica desde entonces: “Estáis definiendo una nueva relación, ¿quieres que sea una continuación de la anterior o prefieres crear una nueva?” Yo no le vi mucho sentido a dejar de tener una vida en común con alguien y conservar sólo lo peor, así que cada vez que iniciamos una nueva discusión intento vernos en nuestra nueva situación, no perpetrando antiguas guerras ya sin sentido… No siempre lo consigo, lo reconozco, pero prometo que me esmero.

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Cerrado por viaje

En unas horas viajo fuera de Madrid (cosas de mi jefe :) y ayer por la mañana se lo dije a los Soles.

«¿Tan lejos?, ¿y quién nos cuidará?» Me encanta la forma de decirlo… Siempre intento evitar expresiones tipo «me tocan los niños» y suelo emplear otras como «las niñas están con nosotros», y me gusta que ellos se vean como niños, no como maletas que se quedan con alguien.

«Pues el Cielo, claro«

«Genial, entonces el miércoles ¡tocan mimillas!» y sonrisa…

Yo finjo indignación… «Anda, ¿eso es todo lo que me váis a echar de menos?«

«No, no, Mamá, que yo te quiero mucho…«

Ni siquiera me han preguntado qué les voy a traer…

A estas alturas de la Refamilia, aún estoy un poco sorprendida, y definitivamente feliz, por que se queden tan contentos con el Cielo. Comprobaré en unos días qué tal ha ido, pero sé positivamente que con él cenarán sin rechistar, se bañarán sin que nadie necesite botas de agua y se acostarán por lo menos media hora antes… Tengo la sensación de que el Cielo llevará peor esto de dormir sólo…

Antes de irme quería dejar aquí una foto que algunos ya conocéis, y que me encanta, de este fin de semana que hemos disfrutado los seis juntos…

Refamilia in loveTermino de preparar la maleta, de achuchar a los Soles y en unos días vuelvo… ¡Me llevo poco dispositivo pero mucho lápiz y papel!

Momentos curiosos

Volvíamos ayer en el coche de un cumpleaños la Estrella Menor, los dos Soles y servidora (la Estrella Mayor estaba con el Cielo en su ensayo de coro). Lo he comentado en alguna ocación, pero cuando falta uno de los cuatro, el equilibiro que tienen montado se rompe, y surgen situaciones nuevas que hay que resolver. El Refamilia-wagen tiene tres filas y seis asientos, y cuando vamos todos juntos suelen sentarse la Estrella Mayor con el Segundo Sol, y la Menor con el Primero; alternan la primera y segunda fila de la parte trasera del coche según un complejo algoritmo refamiliar al que hemos llegado tras muuuucha discusión sobre equidad, justicia y ‘porque yo lo valgo’.

Era ya un poco tarde, y tener que repartir asientos sólo para tres había desencadenado una perorata del Primer Sol, inmerso en un absurdo monólogo sobre el turno anterior y el siguiente. Los demás estabamos en el mismo estado, así que le dejamos desahogar su cansancio, incluso aunque ya llevabamos un rato cada uno en su asiento e íbamos hacia casa…

La Estrella Menor no es especialmente charlatana, pero cuando se decide a hablar no da puntada sin hilo…

Lo mejor sería un coche que tuviese una fila de delante con cuatro asientos, así no discutiríamos… No, lo mejor sería un coche con cuatro asientos para conducir y cuatro volantes…«

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El Segundo Sol y las teorías educativas (y 2)

Estimado Segundo Sol,

Acusamos recibo de las necesidades manifestadas e iniciamos diversos trámites para dar cumplida respuesta a cada una de ellas.

Quedamos a la espera de conocer su satisfacción con las medidas adoptadas y aprovechamos para enviarle un cordial mordisquito.

Atentamente,

Equipo Directivo de la Refamilia

Cada uno a su ritmo

Pues si, cariño, cada uno a su ritmo y yo la primera, que si bien es cierto que no tengo que colocar todos los lego en una formación muy concreta antes de ir a lavarme la cara, también lo es que mi recién descubierto espíritu instagramero me susurra que tengo que fotografiar algo sí o sí, incluso aunque se enfríe la cena ;)

Y he hecho un gran descubrimiento al respecto: para poder ir despacio, necesitamos más tiempo. Tiempo para disfrutar de nuestras cosas propias y entre nosotros. Tiempo para que no tengamos que mirar el reloj constantemente y podamos estar en el ahora sin pensar en lo siguiente.

Me he dado a la loca vida de priorizar y ya no pretendo hacer mil cosas a la vez, sino disfrutar de la que tengo entre manos cada vez. A veces levantarse un poco antes y disponer de ese tiempo es más importante que quedarse diez minutos más en la cama. A veces hay que marcar tiempos para no robarle tiempo a lo siguiente (si se alarga la cena innecesariamente, nos metemos en la ducha atacados, o nos saltamos el cuento, o se me escapa algún grito… y no merece la pena)

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El Segundo Sol y las teorías educativas

Sé que va a parecer pasión de madre, pero tengo evidencia casi científica de que el Segundo Sol es un visionario… o bien lo es porque sabe identificar y expresar sus necesidades, o bien lo es porque embauca a las ponentes de los talleres de padres a los que voy (no se puede ser buena madre si no te angustias, por lo menos, por una docena de teorías educativas), pero sin duda, lo es.

Esta es la lista de demandas que ha ido desgranando el Segundo Sol, algunas veces con moderación y prácticas de buen orador; otras con los ojos llenos de lágrimas y la indignación pintada en la voz, según el caso…

  • Mamá, dice la profe que cada niño tiene su ritmo, y que hay que respetarlo” Yo suelo responder con un “No tengas morro, que llevas media hora cenando, no has parado de hablar y sólo has comido pan, no es que comas despacio, ¡es que no comes!”; “Vale, ¿pero me das más pan?” Grandes argumentos para conseguir objetivos ocultos, ¿qué va a ser este niño de mayor? No me lo digáis, que no quiero saberlo. Yo estoy ilusionadísima preparándome para la alfombra roja, que si Di Caprio llevó a su madre, seguro que el Segundo Sol me lleva a mí cuando le den el Óscar a mejor actor.

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Momentos extraños

Mujer, pájaro y estrella, por el Primer Sol

Mujer, pájaro y estrella, por el Primer Sol (2010)

Tenía momentos para el recuerdo, momentos prestados y es el turno de los momentos de difícil catalogación…

Sólo he vivido dos momentos con la madre de las niñas, con la Supernova.

El primero fue un poco antes de formar la Refamilia, cuando ya teníamos fecha de mudanza. El Cielo tenía que ir a llevarle unas cosas de las Estrellas y había varias formas de hacerlo, y ella eligió la que implicaba que yo también fuese. Y allá que fui yo, con mi short fucsia, mi blusa negra y la sonrisa pintada, a pasar por el momento que tenía que llegar antes o después, porque si un día los Soles comparten parte de su vida con alguien, también quiero poder mirarla a los ojos…

De ese día recuerdo que se me presentó con su nombre y me resultó curioso, como si después de tantos meses de conocer mi existencia fuese necesaria la formalidad. Recuerdo que las niñas estuvieron cariñosas pero comedidas, y me alivió, porque me habría sabido fatal que fuesen muy efusivas. Recuerdo que no volvió a dirigirse a mí hasta que nos despedimos, hablando todo el tiempo con el Cielo los temas que tenían pendientes. Recuerdo que el encuentro podría haber durado un minuto, pero que ella lo alargó a diez y no dejó de observarme por el rabillo del ojo. Recuerdo que, a pesar de mi sonrisa, estaba hecha un flan, pero prefería interpretar mi papel al suyo…

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Momentos prestados

Más que prestados, son momentos compartidos, porque el Cielo los vive en primera persona y yo como embelesada observadora :)

Hace unos días tuve que salir por la tarde y el Cielo se quedó con los Soles. Tuvieron una cena distendida y llegó la hora del baño, y con ella, los mimitos de por la noche (cuando salen de la bañera, por turnos, les siento sobre mis piernas y les someto a un secado amoroso con besos y caricias incorporados; es tan parte de la rutina diaria como lavarse los dientes).

Al salir de la ducha el Primer Sol dijo: “Mamá nos hace mimitos…” Y el Cielo se sentó a los Soles, los secó e inventó las “mimillas”, que vienen a sustituir los besos por cosquillas, pero que tienen el mismo efecto halo de cariño, a la luz de los comentarios de los tres…

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Sensaciones en el camino

No son piedras en el camino sino piedras que hacen camino

Mi mirada y la de la Refamilia contemplan nuestro presente, y sólo pretendía entrar en nuestro pasado en la medida en la que me parecía que enfocaba nuestro futuro, pero me apetece divagar un rato, por un camino que un día tracé y especialmente por tramos que ya no suelo transitar…

Varios de mis amigos están viviendo situaciones muy difíciles con su pareja, y se encuentran, como yo un día, desamparados entre las bambalinas de un escenario ayer seguro y hoy tambalente… quiero dejar aquí algunas reflexiones para que no se las lleve el viento, ni de mi memoria ni de sus consideraciones. Quiero compartir este camino de sensaciones que empezó hace casi 4 años, porque a uno no suelen prepararle para el matrimonio (aunque así lo creamos) y menos para un divorcio: suele llevarse en una intimidad oscura y los que te quieren tampoco saben qué decir o hacer…

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Madre de edición limitada

I am not a perfect mother, but I am a limited edition

Una mañana, esperando el autobús, compartía banco frío e incómodo con una chica y su hijo, de unos tres años. El niño se hizo daño, no recuerdo cómo, y rompió a llorar. La madre, toda dulzura, le sentó en su regazo murmurándole y le dio un besito “¿Lo ves?, no es nada, ya no duele” y el niño se calmó y sonrió con un lagrimón aún cayéndole por la mejilla. Yo tendría 20 años, pero pensé “Yo quiero ser una madre así.” Sólo recuerdo que la chica iba en vaqueros y llevaba una coleta negra, pero es una de esas ‘personas que’ y le he sonreído mentalmente cada vez que uno de mis Soles se ha hecho pupa

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Calendario de la Refamilia

Voy a hacer una confesión: una Refamilia es lío estupendo, y además de mucho amor, se necesita una logística considerable, especialmente en lo que se refiere al calendario. Ya está, ya lo he dicho.

Y haciendo de nuestra capa un sayo, estrenamos categoría en el blog refamiliar, con un nombre de lo más significativo: ¡organización! ¿Y qué vais a poder cotillear aquí? Trucos y apaños (tips en plan chic 2.0) de nuestro arsenal de padres para poner un poco de orden entre vástagos propios y ajenos (y equilibrio mental a nuestro día a día, para qué negarlo)

Atención: Prácticas no testadas fuera del hogar refamiliar; la Refamilia no se responsabiliza en modo alguno del resultado de la aplicación de estas ideas en otras casas ni garantiza resultados similares en otras condiciones educativas.

Nosotros lo primero que necesitamos para organizarnos es saber cuántos vamos a ser para comer, dormir, poner lavadoras, lavavajillas y planificar ocio, y hace tiempo que la Refamilia venía demandando un calendario accesible para todos.

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